CIUDAD DE MÉXICO, octubre 3 (EL UNIVERSAL).- Ricardo Anaya, excandidato presidencial, aseguró que hay un «engaño» que se esconde tras las disculpas que ofreció el presidente Andrés Manuel López Obrador a los padres de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, por «todo lo que injustamente les hicieron a sus hijos», tras conmemorarse ocho años de los hechos.
En su video más reciente difundido en redes sociales, Anaya refirió que pedir disculpas por lo que otros hacen es una «muy vieja táctica de manipulación»: «Los políticos la usan muchísimo. De todo lo que hicieron otros piden perdón, pero jamás reconocen sus propios errores».
«Si López Obrador de corazón quiere pedir disculpas, entonces que pida perdón, pero por la parte de la tragedia de Ayotzinapa que sí le toca a él, que es lo que tiene que ver con José Luis Abarca: de haber permitido que se convirtiera en presidente municipal de Iguala, a pesar de que le dijeron de los vínculos de Abarca con el crimen organizado», refirió el excandidato presidencial.
Ricardo Anaya mencionó que si en algo concuerdan los informes sobre el Caso Ayotzinapa, el del sexenio pasado y el del gobierno de López Obrador, es en la actuación de José Luis Abarca, exalcalde perredista, en la noche en que desaparecieron los 43 normalistas.
Refirió que incluso el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, al presentar el último informe sobre Ayotzinapa, reiteró que Abarca sin duda está entre quienes «dieron la orden» de desaparecer a los jóvenes.
No obstante, Anaya aclaró que no se trata de una condena anticipada: «Yo no soy quién para condenar a Abarca, eso le corresponde a los jueces, y mucho menos estoy diciendo que López Obrador lo hizo presidente municipal para que mandara desaparecer a 43 jóvenes. Eso sería una locura. Pero lo que sí estoy diciendo es que todos los informes del caso Ayotzinapa señalan que Abarca es uno de los principales responsables, y también estoy diciendo que López Obrador no hizo nada para evitar que fuera alcalde por su partido, a pesar de que le presentaron las pruebas contra Abarca».
Anaya indicó que «si López Obrador quiere pedir disculpas; o sea, si su arrepentimiento es genuino, si de veras quiere hacer un acto de contrición, que sea honesto y pida disculpas por la parte del problema que a él le toca. Y si no, por respeto a las víctimas, pues que mejor no diga nada. Porque quedarse callado respecto de lo que él hizo mal y hacer como que pide disculpas, pero por la basura que tiraron los de antes, es un acto de manipulación», declaró.
«Ayotzinapa es una herida abierta, y no va a cerrar hasta que el Estado cumpla con su deber de dar a conocer la verdad y cada quien, con honestidad, asuma la parte que le toca. Porque más allá de ‘la verdad histórica’ o de decir que ‘fue el Estado’ hay un clamor real que nadie se ha detenido a escuchar con la debida atención: el clamor de las víctimas que piden justicia. Esa es la gran deuda que el Estado mexicano tiene que saldar», agregó Anaya.
Propuso que en el caso de la desaparición de los normalistas se hable con la verdad: «Que se llegue hasta las últimas consecuencias y que cada uno asuma la responsabilidad que le toca. Ese es el primer paso para que empiece a sanar esta profunda herida que sigue abierta».