México, 15 nov (EFE).- Padecer anemia durante el embarazo aumenta el riesgo de muerte materna y cada año se presentan en el mundo 115.000 defunciones al momento del parto por esta causa, dijo este viernes a Efe la ginecobstetra Paloma de la Torre Fernández.
En declaraciones a Efe después de una conferencia de prensa en Ciudad de México con motivo del Día Mundial de la Anemia, que se conmemora el 26 de noviembre, De la Torre indicó que el índice de mujeres que padecen anemia durante el embarazo es muy alto.
Las consecuencias, detalló, son riesgo de aborto, muerte fetal, bajo peso del bebé al nacer y fallecimiento de la madre por hemorragias graves.
La especialista señaló que la anemia es «la deficiencia de hierro» en los glóbulos rojos o eritrocitos, que son las células sanguíneas que «transportan el oxígeno a todos los tejidos y órganos del cuerpo».
La deficiencia del hierro provoca que no llegue la cantidad de oxígeno que los órganos requieren para funcionar bien y se puede manifestar en falta de aire, mareos, palidez, fatiga, calambres, fragilidad en las uñas, caída de cabello y falta de concentración.
Pero en casos más graves «no funciona bien el corazón y se presenta taquicardia; no se asimila el oxígeno y en casos extremos se presenta falla renal y hepática, que llevan a la muerte», indicó.
Aunque los hombres también desarrollan este padecimiento, la población más vulnerable son las mujeres y los niños, debido a que en el periodo de embarazo y lactancia los requerimientos de hierro son mayores.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 24 % de la población mundial presenta algún grado de anemia, mientras que en México las cifras, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2016, son de 29 % en mujeres y 23,4 % en menores de cinco años.
En las adolescentes y mujeres en edad fértil se puede presentar anemia debido a los sangrados menstruales intensos o anormales, mientras que en los menores de cinco años la falta de hierro puede comprometer su sistema inmunológico ya que las defensas están bajas y el riesgo de adquirir infecciones aumenta.
La estatura, el peso y el desarrollo psicomotor también se afectan a largo plazo.
Para tener niveles óptimos de hierro, la nutrióloga Paulina Carranza recomendó el consumo de proteína animal, la cual es la fuente por excelencia de este mineral. También comer vegetales verdes, leguminosas y frutos secos.
Sin embargo, destacó que para que el organismo pueda absorber el mayor porcentaje de hierro es necesario no mezclar estos alimentos con otros que contengan calcio, zinc, magnesio o cobre, así como con compuestos químicos llamados taninos, que se encuentran en el chocolate, el té, el café y el vino tinto.