Aguascalientes.- Nacido en la ciudad de Saltillo, Coahuila, con treinta años viviendo en los Estados Unidos y pintando de forma lírica desde muy pequeño, Antonio Rodríguez es un artista del lienzo y los pinceles que ha venido destacando en los últimos años dentro de la pintura taurina por el sello tan personal que le da a cada una de sus obras de estilo por demás impresionista, donde cada uno de sus trabajos tiene ese sabor del buen toreo y la categoría de quien delante del toro se juega la vida, sin faltar los demás miembros de una cuadrilla, así como quienes son parte muy importante en un festejo como monosabios, mulilleros, torileros, alguacillo, entre otros.
EL PERIÓDICO LÍDER conversó con Antonio Rodríguez, quien con gran facilidad de palabra comentó que desde tercero de primaria dibujaba toros porque desde siempre ha tenido gusto y mucho respeto por el toro bravo, y que sin importar su estancia en la Unión Americana, trabajando en un albergue de niños, se daba su tiempo para buscar hacer su obra en los ratos que tenía libres.
“Ahora que estoy acá en México estoy dedicado de tiempo completo a la pintura taurina que es mi pasión, aunque también pinto un poquito de todo, me gusta mucho la charrería, las carreras de caballos, todo lo que implique color, luz y sombra. Pero tengo que reconocer que lo poco que soy se me conoce por la pintura taurina, me apasiona el toro, siempre es un placer pintarlo, para mí es algo mágico. Sin el toro, yo creo que no pintaría toreros; me gusta pintarlos porque son seres humanos que se visten de príncipes para jugarse la vida, y entonces me gusta pintar al toro, ya sea en el campo, en la plaza, pues es el rey, ¿no?”.
Señaló que para él, su mejor manera de elegir un tema para una pintura es ir a una corrida de toros; lo comparó con recargar energías. Luego de un período de creación pictórica regresa a la plaza como mero espectador, disfruta del espectáculo y de nuevo está listo para crear arte en su estudio.
Sobre el estilo que busca y tiene su obra, el señor Rodríguez dijo:
“Es un estilo impresionista de trazos libres, donde el control se basa sobre la aplicación del color y conocimiento de las formas, lo que produce composiciones dinámicas que capturan la energía de la fiesta. Antes pintaba muy de línea, de estilo muy realista, pero conforme vas madurando como artista, como persona, me fui dando cuenta que me gustaba pintar manchas, puras manchas, y soy un gran admirador de los impresionistas. Mi modo de pintar toros antes no era muy bueno porque era retratista y pienso que la pintura taurina debe ser suelta, para que esté más viva, tenga más movimiento. Tengo cierta influencia de grandes pintores como Pancho Flores, mi paisano, Roberto Domingo; pero en esto hay que ser único y es lo que busco yo, me tengo que escuchar a mí mismo y siempre pinto lo que siento y lo disfruto mucho”.
– ¿Tiene algún torero preferido para pintar?, ¿o cómo nace la idea para realizar un cuadro?
“Uno como artista siempre está tratando de encontrarse, de que nos llegue la inspiración, y hay pinturas que a veces las hago, no me gustan y las rompo. Pero muchas veces tienes pinturas que dices: ésta me voy a quedar con ella, no la voy a vender ni a exponer porque siento que en esa obra está mi alma, mi esencia, ése que soy totalmente yo. En cada obra se dejó un pedacito de mi alma, son como mis hijos, cada uno de ellos tiene mi sentir, mi alma libre, mi inspiración completa; todos mis cuadros están hechos con el mismo gusto y todos son y serán muy importantes para mí en mi vida”.
Sobre las obras que se han tomado para adornar los carteles en ferias de México y España, respondió:
“No hay palabras para expresar lo que siento cada vez que veo reflejada mi obra. Todo inició hace muchos años cuando abrí un baúl de mi abuelo que tenía revistas, boletos, programas de corridas de toros, y ahí me dije que algún día mis pinturas estarían anunciando también festejos taurinos y he tenido el honor de que mi obra haya estado en la portada de la revista 'Matador', además de que en España han anunciado mi obra en ferias como Cuéllar, Cádiz, Linares, Jaén, y acá en México hice Huamantla, Texcoco, Zacatecas y estoy abierto a lo que las empresas digan; espero poder hacer realidad algún día mi sueño de hacer el cartel de la Feria de San Marcos de Aguascalientes y exponer ahí también parte de mi obra”.
Y nos despedimos del maestro Antonio Rodríguez, quien está creando un estilo con sello muy propio y que será sin duda el continuador de los pintores más distinguidos que ha tenido la historia del toreo mexicano.