Ante el drama que viven las familias por la falta de recursos para atender a sus enfermos, la Iglesia católica interviene en su apoyo cubriendo parcialmente los gastos de tratamientos de enfermos renales.
A través de Cáritas Diocesana se destinan 100 mil pesos mensuales al pago de al menos una hemodiálisis por semana a un reducido grupo de enfermos, pues las necesidades son muchas y los recursos no alcanzan.
Quienes padecen enfermedades crónico-degenerativas, como las fallas renales, viven una doble angustia: el deterioro de su salud y la falta de recursos económicos para pagar sus tratamientos, que en el menor de los casos rebasan los nueve mil pesos al mes tan sólo en hemodiálisis.
El director de Cáritas Diocesana, Carlos Alberto García Zavala, señaló que las principales solicitudes de apoyo que a diario recibe esta asociación, tienen que ver precisamente con que necesitan recursos para cubrir los tratamientos por diversas enfermedades.
En la medida de lo posible se trata de apoyarlos, no con todo el tratamiento, pero sí alguna parte que les signifique un gran apoyo para salir adelante.
Por ejemplo, hay enfermos que necesitan ser dializados dos veces a la semana y cada sesión representa un gasto de 1,200 pesos, lo que a la semana significa 2,400 pesos, más lo correspondiente a una serie de medicamentos que son parte de los tratamientos.
Por lo tanto, al mes el gasto en hemodiálisis con dos sesiones por semana rebasa los 9,600 pesos, y en Cáritas se hace el esfuerzo por apoyar al menos con lo de una diálisis.
El sacerdote aclaró que Cáritas no otorga los apoyos en efectivo, se hace cargo de los gastos de manera directa con las instituciones de salud, e incluso se firman cartas compromiso para realizar los pagos correspondientes.