Conservadores se manifestaron en contra de la eliminación de las denominadas terapias de conversión, esto mediante fuertes sanciones, incluso cárcel, para quien pretenda aplicarlas. Roxana González, vocera del Frente Nacional por la Familia, lamentó la aplicación de estas sanciones a través de modificaciones realizadas al Código Penal Federal, señalando que con ello se impedirá incluso a padres de familia el poder llevar a sus hijos ya sea al médico, a un psicólogo o con un sacerdote, ante actitudes contrarias a su orientación sexual.
En conferencia de prensa, mencionó que el pasado 7 de junio fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación las modificaciones hechas al Código Penal Federal, a fin de imponer sanciones a quienes promuevan las terapias de conversión.
En dichas adiciones, se señala que “se interpondrán de dos a seis años de prisión y multas de mil a dos mil veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización, a quien realice, imparta, aplique o financie cualquier tipo de tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja, impida o menoscabe, anule o suprima la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona”.
Ante lo anterior, dijo que un maestro o directivo de una escuela ya no podrá impedir que un niño use falda o que entre al baño de mujeres, ya que con estas modificaciones podría ir a prisión por obstaculizar la identidad o expresión de género de una persona.
“Es inaceptable y totalitario el nuevo delito porque se impone a los docentes y a los maestros un discurso único, como si fuera una verdad absoluta o un dogma de fe la ideología de género, aun así un maestro o docente que se oponga a que los niños entren a los baños de las niñas o que los niños usen falda, podrán ser acusados y considerados como delincuentes, merecedores a cuatro a 12 años de prisión como pena, porque para el legislador podría estar restringiendo alguna orientación o identidad de género”, finalizó.