Aguascalientes.- Isela tiene 30 años, tiene cinco hermanos, ella es la menor, su papá fue diagnosticado hace un año con Alzheimer.
Mi papá era un hombre muy sano, siempre ha sido trabajador y de repente empezamos a ver pequeños fallos en su memoria y ya sabes, la negación familiar y social y dices a la gente grande siempre se le olvidan las cosas, es normal que no se acuerde donde deja las llaves, hasta a mí se me olvida, empiezas a justificar todos esos fallos de memoria hasta que llega un cúmulo donde te das cuenta que no es normal.
No esperas que llegue esta enfermedad, nadie lo espera, lo escuchas y a veces en la tele salen casos bien catastróficos e imaginarte que te puede pasar a ti te da miedo pero no tienes una idea de todo lo que hay qué padecer.
Como hija es muy complicado ver a los padres deteriorase, yo estaba acostumbrada a ver a mi papá como alguien en quien podía recurrir cuando tenía un problema, era mi fortaleza y ahora ver que él necesita de mí ha sido muy difícil, pero él me dio mucho y ahora me toca a mí estar para sostenerlo y entre todos los hermanos nos apoyamos unos lo llevan a las terapias y otros aportan económicamente.
Ya sabemos que la enfermedad no va a retroceder pero al menos que avance más lento.
La madre de Isela es la principal cuidadora del paciente, una mujer que se tuvo que hacer fuerte bruscamente para cuidar y acompañar a su esposo cumpliendo uno de los preceptos que se prometieron en el altar hace 50 años, estar con él “en la salud y en la enfermedad”, lo cual no ha sido fácil pero comenta que la detección a temprana edad ha sido positiva y les ha ayudado a saber convivir amablemente ya que se encuentra en la fase uno, “al principio fue algo muy duro, me dolió, lloré tanto y dije ya se me acabó el esposo, el compañero de mi vida”.
Tenemos un año viviendo con esta enfermedad desde que nos dieron el diagnostico, pero el médico nos dice que esta enfermedad pudo haber iniciado hace 10 años y va avanzando despacio, ya la tenía pero no nos habíamos dado cuenta.
Mi esposo ha sido muy disciplinado, en la casa se pone a hacer sus tareas todos los días, tiene un diario, hace todo lo que la psicóloga le dice, se toma su medicamento a la hora que debe de ser. La detección temprana y que ellos aún estén conscientes de su enfermedad ayuda bastante
Se puede vivir con la enfermedad, si el lleva su tratamiento pueden pasar 10 años sin que el avance se notorio.
La enfermedad de Alzheimer generalmente avanza lentamente en tres etapas: una leve (etapa temprana), una moderada (etapa media) y una grave (etapa final). Dado que el Alzheimer afecta a las personas de diferentes formas, cada persona experimentará síntomas, o atravesará las etapas del Alzheimer de una forma distinta.
Mi matrimonio se acabó desde el día que a él le llegó la enfermedad, nos comenta con profundo dolor y cansancio “N”. Mi esposo era un gran administrador, trabajaba en Gobierno Federal y en una empresa particular, actualmente tiene 84 años, dejó de trabajar hace cuatro años y desde entonces se vino abajo.
Tiene un problema vascular, lo operaron de corazón abierto en el 2013, además de tener diabetes lo cual le afectó, ahora tiene demencia mixta, se encuentra en la fase cuatro.
Es muy triste, es muy pesado, tenemos 56 años juntos, 3 hijos, 6 nietos y un bisnieto.
Me cambió la vida totalmente, he bajado 11 kilos, fue muy rápido su deterioro, ya no se puede tener una conversación con él, ya no encuentra las palabras, ya no sabe leer.
Las noches son días para él, en el día duerme, dónde está el hombre que yo tenía.
Hay momentos que se pone muy agresivo, el nunca dijo una grosería en casa, jamás, ahora es agresivo, me trata con malas palabras, a mis hijos no los conoce, no sabe quién soy pero no puede estar sin mí.
Es muy difícil tener un paciente con Alzheimer y muy triste sólo las oraciones y pidiéndole a Dios que me dé paciencia y que me dé mucho amor a él es lo que me sostiene.