México, 2 sep (EFE).- A unos cuantos meses de haber lanzado la primera temporada del programa «La culpa es de la Malinche», las comediantes que lo lideran aseguraron que han tenido que revisar su humor y ser más congruentes con su comedia.
«Hay que ser consecuentes con lo que decimos y sentimos. Habrá veces que la postura de alguien puede ser machista o clasista, pero si lo sostiene está bien; yo consideraré si quiero seguir consumiendo su producto. Yo creo que tiene que ser congruente», afirmó a Efe la presentadora Michelle Rodríguez.
Luego de que en cuarentena por medio de redes sociales se avivara la discusión en torno a la comedia y su relación con el clasismo, el racismo y el machismo, las comediantes admitieron que han tenido que revisar su discurso en la comedia.
«Tienes que hacerte responsable de las consecuencias porque estamos en 2020», dijo Mónica Escobedo quien propone un tipo de comedia más «sensible», mientras que Alexis de Anda confesó que está harta de «la cultura de la cancelación».
«Creo que uno debería poder hablar de lo que quiera pero asumiendo consecuencias. La cultura de la cancelación me tiene hasta el coño, quién tiene el absoluto juicio de decir lo que está bien o lo que no debe existir, todo existe, vamos a buscar la manera inteligente y constructiva de hacer chistes», enfatizó la comediante.
Algunas de ellas comentan que no solo han tenido que revalorar su humor a la hora de trabajar si no que incluso han tomado decisiones determinantes para ser más congruentes y honestas con lo que llevan a cabo.
Así fue el caso de Verónica Toussaint, que también forma parte del programa y quien renunció a un trabajo en plena cuarentena por la pandemia de la COVID-19 porque su trabajo ahí no representaba lo que ella pensaba en realidad.
«Renuncié a ‘Qué importa’ en plena pandemia, me tacharon de loca, pero uno tiene que ser congruente, a lo mejor en febrero hacías un chiste de una cosa y hoy ya lo piensas, creo que a veces hay que ir a los polos para encontrar cual es el centro», aseguró.
De esta manera, a tres episodios del gran final de la serie que se transmite por Comedy Central todos los miércoles, las cinco mujeres que lo componen esperan que cada vez más gente se sume al programa y así poder hacer una segunda temporada, pues el cariño entre ellas ha traspasado lo laboral.
«Grabarlo fue hermoso, fue como estar en anabólicos de comedia porque grabamos 13 episodios en una semana», dijo de Anda mientras Michelle comentó que a pesar del poco tiempo de convivencia ya estaban «enamorados todos».
COMEDIA DE MUJERES PARA TODOS
Una de las metas principales de las integrantes fue dejar claro que el hecho de que el programa estuviera encabezado y realizado por muchas mujeres, no significaba que se tratara de un programa dirigido a las mujeres, cosa que demostraron con el apoyo que recibieron del público.
«No nos enfocamos en si hay hombres o hay mujeres, nos reunimos para hacer un gran programa y eso fue lo que nos unió, dejamos a un lado para qué género iba a ser el programa y los hombres se divierten igual, nos mandan mensajes», destacó La Bea.
Pero el hecho de que el programa no fuera enfocado a las mujeres no las limitó a la hora de hablar de temas como el feminismo y hacer bromas al respecto, y aunque en algunos momentos los comentarios entre ellas subían de nivel, aseguran que es parte de su trabajo.
«Yo creo que al ser comediante tienes la piel más gruesa, aquí esas son las reglas del juego y aunque parezca que estaba súper rudo, el protagonista del programa es la comedia, y ya sea mi cara, mis nalgas, o que soy la ‘ruca'(vieja) está perfecto'», explicó Verónica.