CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- El narrador oral y cuentacuentos Víctor Chi, fallecido el pasado 5 de enero, víctima de complicaciones por diabetes, recibió su pago por 18 mil pesos, el pasado 31 de diciembre. El retraso, justificó Guillermina Pérez Suárez, titular de la Coordinación Nacional de Desarrollo Cultural Infantil (CNDCI) de la Secretaría de Cultura federal, fue de un mes y aseguró que el trámite se llevó a cabo «en tiempo y forma».
La muerte de Víctor Chi generó una gran indignación en la comunidad cultural, pues antes de su muerte denunció que tenía nueve meses sin cobrar su pago por su participación en el programa Alas y Raíces MX 2021, de la Secretaría de Cultura.
«Gracias a la bendita y gran transformación progresista de este país, muchos artistas, promotores culturales, gestores y creadores, así terminamos el año e iniciamos el 2022, sumidos en la zozobra, la incertidumbre, las deudas y la miseria…», escribió el narrador el pasado 30 de diciembre en su cuenta de Facebook.
«Su proceso administrativo corría en tiempo y forma. Los procesos en Alas y raíces se hacen en una sola exhibición de pago, de manera directa, y era por 18 mil pesos. En noviembre sucedió el ambiente controlado que marca la Secretaría de Hacienda y su pago se retrasó un mes. El pago cayó el 31 de diciembre».
«Desgraciadamente en el camino Víctor falleció, pero el pago procedió sin ningún contratiempo, iba en tiempo y forma, con todos los documentos entregados. Sin el tema del ambiente controlado hubiera salido en noviembre. Es algo usual, en 2020 el ambiente controlado no sucedió al principio de noviembre; no es algo que nosotros decidimos ni pudimos prever que pasaría antes de lo esperado», dijo en entrevista Pérez Suárez, quien se desempeñaba desde 2019 como secretaria ejecutiva del programa nacional Alas y Raíces, y desde el 1 de enero está al frente de la CNDCI.»
«Mi esposo sentía que nos estaba dejando y no quería dejarnos desamparados»: viuda de Víctor Chi
La narradora y artista Candy Jiménez, viuda de Chi, explica a EL UNIVERSAL que la publicación de su esposo «fue al calor de la desesperanza».
«Mi esposo fue muy feliz haciendo lo que hacíamos, los mejores momentos que tuvimos fue estar en los escenarios de Alas y raíces. Sus publicaciones en Facebook se debieron a que estaba desesperado por la enfermedad y por otras cosas que estaban más allá de nuestro control. Él sabía que había procesos burocráticos, como en todos lados. Mi esposo sentía que nos estaba dejando y no quería dejarnos desamparados a mí y a su hijo», contó.
Y añadió: «Con Guillermina platicamos. Nosotros la queremos mucho y Víctor sabía que había un proceso que se tenía que llevar a cabo para que los pagos se dieran. Ahora, ¿se tienen que revisar esos procesos? Sí, por supuesto, se tienen que mejorar. Sin embargo, para Víctor era muy importante seguir contando y haciendo lo que le gustaba. Al final de su camino el asunto económico sí fue algo que le preocupó mucho, pero no fue por lo que vivió ni por lo que contó. Yo quiero que se le recuerde por lo que hizo, por quien fue mi esposo, espero que no se le recuerde por un trámite burocrático».
Chi fue seleccionado para la cartelera nacional 2021 de Alas y Raíces Mx con el proyecto «Leyendas y misterios de los pueblos de Colima», el cual se presentó en distintos partes del país.
En la Ciudad de México formó parte de la Feria de las calacas, que se llevó a cabo en Los Pinos.
En diciembre, ante el impago de la dependencia, Chi comenzó a denunciar la situación en sus redes sociales. «Nueve meses y seguimos esperando nuestros pagos a la convocatoria ‘Alas y raíces MX 2021’, nadie da una explicación, nadie da la cara, nadie se amarra los huevos para decirnos que no se nos va a pagar», escribió Chi, el día 23.
«Cuando él publicó en Facebook nosotros no habíamos revisado la tarjeta, estábamos enfocados en su salud, yo no revisé, no tuve tiempo, no tenemos banca móvil. Yo trabajo en el Seguro Social y por eso Víctor estaba asegurado. Los artistas sabemos que los pagos tardan hasta seis meses o un poco más, que por eso no podemos vivir de lo que hacemos y que necesitamos tener otras fuentes de ingreso. Ese dinero sí lo necesitábamos, pero no nos íbamos a detener, debía haber dinero en la mesa para comer. Traté siempre de darle calma, pero él sabía que se estaba yendo y no nos quería dejar desprotegidos. Mi esposo, desde siempre, padeció diabetes. El proceso de enfermedad fue largo, ya tenía complicaciones», refirió Jiménez.
La artista explicó que han colaborado con Alas y raíces desde hace muchos años y que los retrasos han sido una constante.
Nunca se habían retrasado tanto tiempo, pero también es cierto que en todas las administraciones de todos los colores políticos ha habido retrasos, siempre ha sido lo mismo, sin distinción alguna.
Un artista, lo juro, no vive de esto, pero el alma sobrevive. Un artista no puede sentarse a que el mundo siga, se tiene que mover, cualquier artista se dedica a mil cosas, anda en mil festivales, colabora con 40 empresas, con 35 sociedades, se mete a colectivos, se mueve todo lo que puede.
Alas y raíces nos arropó en el sentido de que nos dio un escenario para contar y hacer la diferencia, agregó Jiménez.
Revisaremos lo que sí está en nuestras manos: autoridades
La funcionaria Guillermina Pérez Suárez añadió que el 31 de octubre Chi firmó la documentación final. «No nos comentó que tuviera un tema de salud, sabíamos que tenía antecedentes de Covid, le había dado dos veces y por eso atrasamos sus funciones y quedamos en que cuando se sintiera bien de salud podíamos realizarlas sin problemas», dijo.
-¿Qué es lo que harán para que esto no se repita?, se le preguntó a la funcionaria.
-Lo que estoy haciendo en este momento es revisar los procesos administrativos para que por lo menos de manera interna podamos fluir de mejor manera y los pagos se puedan hacer en tiempo y forma. Estamos revisando formatos y periodos de contratación que puedan favorecer a la comunidad artística y a los procesos internos. El trabajo es mucho y la preocupación es alta de ambas partes, yo vengo de la comunidad artística y sé lo que es, así que me interesa mucho que los trámites fluyan. Hay muchas cosas que no están en nuestras manos, pero lo que sí está, lo revisaremos. Nuestro equipo es muy pequeño, una de las mejoras es ampliarlo este año, nuestras contrataciones se duplicaron el año pasado y para que cada vez hagamos más necesitamos ampliar nuestro equipo-, respondió Guillermina Pérez.
Candy Jiménez, quien trabajaba con su esposo en el proyecto de Leyendas, reiteró: «Yo quiero que se recuerde a mi esposo como un guerrero de la palabra, como un hombre que tenía fe en que un mundo mejor es posible, pero hay que trabajar para conseguirlo. Él recorrió el mundo contando, para él era igual de importante contarle a un sólo niño debajo de un árbol que a 300 personas en un escenario. Dio siempre la misma energía y el mismo amor a quien lo escuchara.
Tenía 42 años de edad y desde hace 22 años se dedicó a contar cuentos y narrar. Era licenciado en filosofía y se dedicó a la docencia por muchos años.
Enseñar fue algo que siempre le importó. Su hijo y yo vamos a tratar de que su legado no quede en el olvido, vamos a seguir trabajando bajo nuestras propias circunstancias. Leyendas y misterios de los pueblos de Colima fortaleciendo la raíz ha sufrido un golpe terrible, nuestro fundador se fue, nuestra base no está, pero no podemos callar la voz, tiene que seguir retumbando en los corazones. No sé cómo ni cuándo voy a tener el valor de subirme a un escenario, pero va a pasar, vamos a seguir trabajando. Fue mi esposo por 13 años y hubo muchos años más en los que fuimos los mejores amigos y sé que su voz no se puede quedar dormida. No haré menos que seguir el camino y seguir contando».
Para Guillermina Pérez, Víctor era «un artista, un narrador oral excepcional, un profesional muy comprometido con las infancias, las juventudes y con el fomento a la lectura que trabajaba en contextos vulnerables y en comunidad. Cuando Candy se sienta fuerte podrán retomarlo y Francisco es un niño de once años muy talentoso».