Un empleado del INEGI y propietario de un bar ubicado cerca de dicha institución federal fue asesinado a puñaladas en el interior de su negocio, donde fue descubierto por su esposa la mañana de este lunes.
La Fiscalía General del Estado abrió una carpeta de investigación por el homicidio y seguía dos principales líneas de investigación para esclarecerlo: una venganza o motivos pasionales debido a que el trabajador fue privado de la vida con saña.
El empleado federal fue identificado como Rubén Paulo Gutiérrez Salazar, de 53 años de edad.
Además de trabajar en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, era dueño del negocio “Encuentro Bar Billar y Karaoke”, localizado en el 106 de la avenida Del Lago en el fraccionamiento Jardines del Parque, ubicado precisamente cerca del INEGI, y donde fue asesinado.
Las primeras investigaciones realizadas por las autoridades ministeriales revelaron que Rubén Paulo se presentó a sus labores de manera normal durante este lunes pero que poco después se salió y se dirigió al bar.
Posteriormente, alrededor de las 11:40 horas, su esposa María Andrea Sámano Ruiz, de 45 años, que también trabaja en el INEGI, le llamó por teléfono y cuando le contestó solamente alcanzó a escuchar que Rubén Paulo decía “…ya déjame por favor…”.
Luego de esto ya no oyó nada, por lo que ella decidió salirse del trabajo e ir a buscarlo al bar.
Al llegar, lo encontró inconsciente, tirado sobre un charco de sangre, solicitando ayuda a los servicios de emergencia.
Oficiales del Destacamento Morelos de la Policía Municipal se trasladaron al bar y confirmaron el hecho.
También arribaron paramédicos de la Coordinación Municipal de Protección Civil en la ambulancia UE-54, que revisaron al agredido y confirmaron que ya no presentaba signos vitales.
Los elementos de Seguridad Pública acordonaron el establecimiento para cuidar el escenario del crimen y dejaron el caso en manos de la Fiscalía Estatal.
Agentes del Grupo Homicidios de la Policía de Investigación quedaron a cargo de las pesquisas del asesinato y comenzaron por interrogar a la esposa de la víctima para conocer si tenía problemas con alguien.
La escena del homicidio fue procesada por elementos de la Dirección General de Investigación Pericial, que al revisar el cuerpo del quincuagenario verificaron que había sido asesinado con saña debido a que presentaba varias heridas producidas por arma blanca.
Al término de sus diligencias, levantaron el cadáver y lo trasladaron al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia.
En el lugar de los hechos trascendió que a la víctima le habían robado su automóvil, un Nissan March, en color gris, presumiéndose que el o los responsables del homicidio se dieron a la fuga en él, por lo que los policías municipales desplegaron un operativo para iniciar su búsqueda.
Durante la movilización, la patrulla 0203B2 de la Policía Municipal, un automóvil Nissan Sentra, tuvo un accidente en Siglo XXI y Héroe de Nacozari, en Ciudad Industrial.
La patrulla fue chocada con la parte frontal de un coche Nissan March, en color rojo y con placas de Aguascalientes, tras de lo cual se volcó y quedó recostada sobre su toldo.
En la unidad viajaban dos oficiales de la Policía Municipal, por lo que al lugar acudieron paramédicos de la Cruz Roja para brindarles los primeros auxilios, aunque no fue necesario trasladarlos a ningún hospital.
El Nissan March rojo era conducido por una mujer que se hallaba bajo los efectos de las bebidas embriagantes, por lo que fue detenida por elementos de la Policía Vial que tomaron conocimiento del choque-volcadura.
Posteriormente, el Nissan March gris del hombre asesinado fue encontrado en el estacionamiento del INEGI, donde él lo dejó cuando se presentó a trabajar, descartándose que le hubiera sido robado por el o los que lo mataron.