San Diego (CA), 12 dic (EFEUSA).- Un migrante salvadoreño fue asesinado el mes pasado en la ciudad mexicana de Tijuana, donde esperaba avances sobre su petición de asilo en EEUU, confirmó este jueves a Efe el abogado Richard Sterger, que representaba a la víctima ante la corte de inmigración de San Diego, California.
El migrante salvadoreño, padre de dos hijos menores, perdió la vida debido a varias heridas de arma punzo-cortante en el cuello y el tórax.
Junto a su familia, había llegado a Tijuana con intención de pedir asilo en Estados Unidos y fueron integrados al programa del Gobierno estadounidense Protocolo de Protección a Migrantes (MPP), que obliga a los solicitantes de asilo a regresar a México en espera de una decisión de sus casos.
El migrante, cuyo nombre no fue suministrado, falleció justo el día en que cumplía 36 años de edad, el pasado 21 de noviembre.
Sus restos fueron trasladados a El Salvador, y la madre de sus hijos y los dos niños permanecen en San Diego, sin conseguir asilo, dijo el abogado.
Sterger conoció a la familia porque es voluntario del Centro de Recursos Centroamericanos (Carecen) de San Francisco, que se relaciona con Servicios Familiares Judíos de San Diego, esta última organización una de las principales que ayudan a los refugiados en la Red de Respuesta Rápida de la frontera sur del país.
El abogado dijo que solicitó ayuda a la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) para avanzar en el caso, sin que hasta ahora haya recibido respuesta. «Por lo que sé, ninguna autoridad estadounidense investiga este caso», dijo.
El jurista comentó además que, como residente fronterizo, acostumbra a cruzar a ciudades mexicanas como Rosarito, y no le parece que reine un ambiente de violencia del que tuviera que cuidarse.
«Pero supongo que cuando se trata de un gran grupo de personas -como los migrantes- en zonas peligrosas, se juntan todos los elementos criminales para que sucedan tragedias como esta», apuntó.
De acuerdo con un documento legal entregado al abogado, el migrante salvadoreño perdió la vida en la Zona Norte de Tijuana, un viejo vecindario con numerosos indigentes y migrantes, donde varios albergues ofrecen ayuda.
Actualmente, en Tijuana hay unos 13.000 migrantes del programa MPP.
Una corte de migración en San Diego concedió el mes pasado que una familia guatemalteca con temor a regresar a Tijuana permaneciera en San Diego y tuviera acceso a sus abogados.
La concesión de pudo realizar a través la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
El juez federal Dana Sabraw decidirá este mes si todos los migrantes del MPP que temen por su seguridad en México puedan permanecer del lado estadunidense de la frontera.
La pareja sentimental del migrante asesinado y madre de los dos menores permitió que la filial local de la cadena NBC filmara sus manos, mientras entre llantos incontenibles expresaba su pesar.
El abogado Sterger comentó que el programa MPP hace esperar a los migrantes en una de las ciudades más peligrosas del mundo, Tijuana.
La muerte de este migrante es solo uno de los 245 homicidios cometidos en esa ciudad mexicana en el mes de noviembre, según datos oficiales.