CIUDAD DE MÉXICO, octubre 18 (EL UNIVERSAL).- El 18 de octubre de 1952, la actriz María Félix y el cantante Jorge Negrete unieron sus vidas, un evento que hasta el día de hoy se conoce como «La boda del siglo». Un evento que marcó la historia del cine mexicano pues se trató de la unión de dos de las figuras más populares de la época.
A exactamente 70 años de aquel día hoy recordamos los detalles sobre lo que fue la primera boda televisada y transmitida en vivo, a través de la radio.
Cientos de invitados
Félix aseguró que había invitado aproximadamente a 400 personas, pero ese día la prensa registró más de 500 asistentes. Entre las personalidades que estuvieron presentes resaltan nombres como Frida Kahlo, Octavio Paz, Dolores Olmedo, Julio Bracho, Fernando y Andrés Soler, Emilio ‘El Indio’ Fernández, Columba Domínguez, Queta Lavat y Diego Rivera, quien además fue uno de los testigos.
El matrimonio se dio después de que María y Jorge trabajaron juntos en películas como «El peñón de las ánimas» y habían tenido una relación muy ríspida, pero un día, tras limar asperezas sorprendieron a todos con el anuncio de que se habían enamorado y estaban comprometidos. Por esta razón la mayoría de los invitados eran colegas pertenecientes al mundo del cine, pero también había políticos y artistas con quienes ambos se relacionaban.
En la invitación se pidió a las mujeres que usaran vestido y rebozo, mientras que para los hombres el traje era obligatorio.
Un banquete nacional
Para ‘La Doña’, como era conocida la actriz, tener una boda 100 por ciento al estilo mexicano era muy importante así que los platillos que sus invitados degustaron fueron muy tradicionales.
En el llamado ‘menú nacionalista» hubo enchiladas de mole poblano, tacos de huitlacoche, barbacoa, carnitas, quesadillas y chicharrón. De tomar hubo aguas frescas de horchata y Jamaica; así como destilados nacionales como el tequila. Ella misma compartió, años después, que para el brindis bebieron pulque curado que se encontraba en grandes garrafas.
Recinto de película
El evento se realizó en una hacienda que Félix compró en 1948, ubicada en Tlalpan, un recinto colonial que para la ocasión fue completamente desamueblado y sólo mantuvo el polémico retrato que Rivera le hizo a «María bonita»
El nombre del lugar entonces era «Finca Catipoato», porque según la actriz esto significaba ‘casa de la felicidad’ en Tarasco. Hoy es llamada «Antigua hacienda de Tlalpan», tiene 2 mil metros de Jardín, un salón de fiestas y un bar que aún pueden ser rentados para eventos.
También cuenta con 4 recámaras con vestidor y baño, 6 baños, chimenea, biblioteca, y un área de servicio con otras 4 habitaciones; una terraza con vista al jardín y la decoración incluye pavorreales.
Un dato curioso es que la protagonista de «Tizoc» compartió su boda con su cocinera y su jardinero, quienes aprovecharon la ocasión para contraer nupcias también.
Antes de partir hacia el gran momento, en el que desde las 13:00 horas cientos de asistentes y espectadores ya esperaban afuera de la hacienda para ser testigos de la llegada de la actriz, ella se preparó en el octavo piso del Hotel Regis, donde un reportero de este diario fue el único testigo de sus nervios.
«Quique… ¿Estás seguro de llevar los anillos contigo?», preguntó María visiblemente emocionada, a su hijo Enrique Álvarez Félix, quien la acompañó durante todo el proceso.
La intérprete de «Doña Bárbara» usó un vestido rosa, confeccionado por Armando Valdés Peza, uno de los diseñadores más importantes de la época, además en la mano llevó un rosario de oro y perlas que perteneció a su madre. Unas sandalias y unas trenzas. Mientras que el novio portó un traje de charro de gamuza color marrón, con botonadura de plata, y un sarape.
A bordo de un Cadillac hizo un veloz recorrido hasta Catipoato pues pasadas las 15 horas el también famoso Juez del Registro Civil, don Próspero Olivares Sosa los declaró marido y mujer ante la Ley.
Hoy el vestido de bodas de María Félix es conservado por la fundación que se hizo en su nombre.
Luna de miel y despedida
Para su Luna de miel la pareja trató de despistar a los medios para evitar que los siguieran en un momento tan íntimo, sin embargo después se supo que visitaron el Hotel Nico en Chapala Jalisco, actualmente es el Palacio Municipal de Chapala y en la entrada hay una leyenda que dice: «Hotel Nido. Fundado a principios de siglo en este lugar la actriz María Félix pasó su primera noche de boda».
Tras volver de su luna de miel la actriz tuvo que hacer un viaje y poco después de volver Negrete, quien ya estaba muy enfermo, fue internado en el hospital debido a una falla hepática que finalmente le cobró la vida. Su matrimonio duró un año y un mes.
Al morir Negrete, en 1953, María decidió regresar a Europa, ahora en Francia, donde filmó varias películas como «French Cancan» en 1954 del gran director francés Jean Renoir.