La NASA dijo este sábado que los dos astronautas de la primera misión tripulada de la nave Starliner de Boeing a la Estación Espacial Internacional (EEI), que llevan varados allí 80 días después de que el aparato presentara fallos, volverán en febrero de 2025 en una nave de SpaceX.
Los astronautas Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita ‘Suni’ Williams debían regresar a la Tierra a mediados de junio, alrededor de una semana después de su lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, pero fallos en los propulsores y pequeñas fugas de helio en la Starliner impidieron su regreso.
«La NASA ha decidido que Butch y Suni volverán con una tripulación el próximo febrero y el Starliner volverá sin tripulación», adelantó en una rueda de prensa en Houston el administrador de la agencia espacial estadounidense, Bill Nelson, dando fin a semanas de especulaciones.
Nelson reconoció «errores» y afirmó que la NASA ha colaborado con Boeing -en contacto directo con su nuevo consejero delegado, Kelly Ortberg- para obtener «los datos necesarios para tomar esta decisión» y entender las «causas de raíz» de los problemas del Starliner y «las mejoras de diseño» que necesita.
La NASA previamente dijo que no tenía fecha de regreso para los dos astronautas y barajaba la opción de que volvieran en febrero de 2025 en una cápsula Dragon de SpaceX -en una misión llamada Crew-9-, extremo que finalmente se ha confirmado tras una reunión de los líderes de la agencia hoy para analizar datos.
Los dos astronautas «volverán a casa en una nave Dragon con otros dos miembros de la tripulación asignados a la misión de la agencia Crew-9 de SpaceX», indica un comunicado de la NASA, que estima que el Starliner hará una «vuelta y aterrizaje seguro, controlado y autónomo a principios de septiembre».
Se espera que la misión de SpaceX salga el próximo 24 de septiembre desde el Centro Espacial Kennedy; inicialmente iba a transportar cuatro personas pero llevará dos para dar asiento a los astronautas varados, que se incorporarán a sus tareas durante los próximos meses.
«Los vuelos espaciales son arriesgados incluso cuando son seguros y rutinarios y un vuelo de prueba, por naturaleza, no es seguro ni rutinario, así que la decisión de mantener a Butch y Suni en la EEI y traer el Boeing Starliner vacío es resultado de un compromiso con la seguridad», afirmó Nelson.
Boeing, que no estuvo presente en la rueda de prensa, dijo a través de X que sigue «centrado en la seguridad de la tripulación y la nave», está «ejecutando la misión como determinó la NASA» y preparando el Starline para su vuelta sin tripulación.