¿Qué pasa Aguascalientes?
Hoy amanecimos con la noticia de un terrible crimen ocurrido anoche en Colinas del Río, uno de los fraccionamientos de más tradición y cuyos vecinos, la mayoría, son personas de la tercera edad.
Y precisamente un adulto mayor fue víctima de un terrible ataque sin razón, y en lo que se perfila como un crimen durante el desarrollo de un asalto, ocurre en el marco de una espantosa ola de criminalidad que azota todo el Estado.
La particularidad de este aparente robo con violencia, porque se llevaron objetos de valor, es la saña con la que se cometió el asesinato, pues el hombre tuvo una espantosa muerte al ser estrangulado con un tipo torniquete, lo que a todas luces demuestra la brutal ferocidad que utilizó el o los homicidas, pues obviamente entraron con la mentalidad de quitarle la vida a quien se opusiera a sus propósitos.
Lamentablemente este fraccionamiento no ha sido inmune a la violencia, pues no hace mucho tiempo también ahí se registró la muerte de un taxista, y recordemos el famoso caso del pirómano que desató el terror porque sin ton ni son se dedicaba a incendiar automóviles elegidos al azar, hasta que estuvo a punto de provocar una verdadera tragedia, pues en una noche quemó dos camionetas, y las llamas de una de ellas estuvo a nada de alcanzar un tanque de gas estacionario, precisamente atrás del templo.
Recordemos que hace mucho más tiempo, más de 10 años, una mujer de la tercera edad fue asesinada en su propia casa por un drogadicto que intentó robar en su vivienda, pero al encontrar a la senecta la masacró a puñaladas.
En esta ocasión nos referimos a Colinas del Río, que es un fraccionamiento de clase media donde eran, hasta antes de la pandemia, constantes los atracos a estudiantes de la Secundaria 20 y del CBTis 168, y hasta contra personas que acudían a servicios religiosos, también dentro de la comunidad.
Pero lamentablemente Colinas no es el único sitio donde se vive la violencia, pues por cualquier punto de la ciudad la sangre ha sido derramada, ya que un día sí y otro también ocurren ejecuciones, atracos, algo que nadie puede negar, pero que tampoco se puede controlar, incluso hace apenas un par de semanas un empleado fue asesinado por dos adolescentes que le querían quitar su bicicleta y, al negarse, sin piedad lo mataron.
La gente tiene miedo, eso no se puede negar, porque ahora es un crimen espantoso el del hombre de casi 80 años y que no suponía ningún peligro para los maleantes, pues físicamente se hubiera visto impedido para defender su patrimonio, y su forma de morir no la merece nadie más que el delincuente, pero con eso de la política presidencial de ‘abrazos, no balazos’ los malosos se dan vuelo, pues saben que hagan lo que hagan la justicia no los alcanzará.