Estados Unidos vive una nueva ola de casos de Covid-19 que han encendido las alertas, pero, ¿qué tan preocupante es la situación?
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las pruebas positivas de Covid-19 aumentaron casi 1% entre el 23 y 29 de junio. Sin embargo, considerando que mucha gente no se hace prueba, o que existen los falsos negativos, se considera que este 1% es sólo una fracción del aumento real.
Las visitas a urgencias por Covid-19 aumentaron 23% en el mismo periodo. Entre el 9 y el 15 de junio, las hospitalizaciones por el virus aumentaron 13%.
Arizona, California y Nevada son los estados que encabezan los aumentos de positividad, mientras que la revisión de aguas residuales determinó niveles muy altos de virus en cuatro estados: Florida, Nuevo México, Nevada y Utah.
Sin embargo, la cifra de muertes por Covid-19 permanece a la baja. En la última semana de junio, disminuyeron 25%, según los reportes de los CDC.
En declaraciones a ABC News, el Dr. William Schaffner, profesor de medicina preventiva en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, dijo que Estados Unidos vive aumentos de casos de Covid-19 cada verano, por lo que era de esperarse un «aumento» en este punto del año. Otro pico suele producirse en invierno.
«Habíamos previsto que habría un repunte en verano porque ya lo hemos visto en el pasado… el Covid se mantiene durante el verano e incluso se vuelve un poco más activo, a diferencia de la gripe, que prácticamente desaparece durante el verano», explicó al medio estadounidense. «Ahora este repunte disminuirá y luego, por supuesto, tendremos el repunte invernal convencional más adelante».
Por lo pronto, no parecen estarse produciendo casos más graves. «Los últimos datos sobre el Covid-19 muestran que ahora está empezando a instalarse y tiene estadísticas similares a las de la gripe», dijo a la revista Time el Dr. Paul Offit, director del centro de educación sobre vacunas del Hospital Infantil de Filadelfia.
«Al igual que ocurre con la gripe, las personas más gravemente afectadas son los ancianos y las personas con sistemas inmunitarios debilitados».
Las tasas más altas de hospitalizaciones se dan entre las personas de 65 años o más, con una tasa de 7.7 por cada 100 mil para la semana que finalizó el 15 de junio, indican los CDC.
KP.2 y KP.3, derivaciones de la variante ómicron y conocidas como FLiRT por la ubicación de sus mutaciones particulares en la proteína de pico del virus, son las dominantes, al representar casi la mitad de todos los casos.
Sin embargo, en un comunicado a ABC News, funcionarios de los CDC subrayaron que «no hay evidencia de que KP.2, KP.3 o cualquier otra variante reciente cause una enfermedad más grave».
Ante el aumento de casos, la Organización Mundial de la Salud advirtió hoy sobre la baja tasa de vacunación contra el Covid-19 y recordó que estar vacunado es una de las mejores formas de evitar enfermar de gravedad por el virus.