Sídney (Australia), 19 dic (EFE).-
Las autoridades australianas tratan de evacuar este martes a unos 300 habitantes de Wujal Wujal (Queensland, noreste de Australia) que están aislados desde hace días por las inundaciones causadas por el ciclón Jasper, que tocó tierra el miércoles pasado cerca de esta remota comunidad aborigen.
Los servicios de emergencia del estado australiano de Queensland lograron acceder hoy a Wujal Wujal, unos 166 kilómetros al norte de la turística ciudad de Cairns, después de que la víspera se cancelara el operativo debido a las lluvias torrenciales que cayeron en esta remota comunidad, donde se emitieron alertas por avistamientos de cocodrilos.
«Quiero decir a los residentes en Wujal Wujal que han estado esperando, que sé que están cansados y mojados e incómodos pero la ayuda ya está en camino», dijo hoy el jefe de gobierno de Queensland, Steven Miles, en una rueda de prensa en la ciudad de Brisbane, en la que informó del envío de dos helicópteros Chinooks y personal de apoyo a esa comunidad.
Se calcula que unos 120 residentes podrán ser evacuados de Wujal Wujal a lo largo de la jornada, principalmente ancianos y pobladores vulnerables, a Cooktown, unos 72 kilómetros al norte de esta comunidad.
Asimismo, las autoridades australianas, que han evacuado a centenares de damnificados en los dos últimos días, intentan acceder por aire a otras comunidades como Degarra -donde se ha reportado una persona desaparecida- y Bloomfeild, que también fueron afectadas por las fuertes lluvias, que han causado inundaciones y corrimientos de tierra.
Por otro lado, en Cairns -la ciudad más poblada del extremo septentrional de Queensland y uno de los principales puntos de acceso para la Gran Barrera de Arrecifes- se reanudaron hoy los vuelos en el aeropuerto tras la remoción de los escombros en su pista de aterrizajes.
Este martes el personal militar también continúa ayudando en las evacuaciones con lanchas, mientras que la empresa encargada del servicio eléctrico trabaja contrarreloj para restaurar la energía a 2.000 personas.
El Servicio de Meteorología informó hoy de que las tormentas -que han destruido grandes secciones de carreteras y han aislado a diversos pueblos- irán amainando en el extremo septentrional de Queensland, donde la víspera el gobierno australiano desplegó unos 150 soldados para ayudar en las tareas de emergencia y rescate.
Por otro lado, el Gobierno australiano anunció hoy el pago único de 1.000 dólares australianos (672 dólares estadounidenses o 615 euros) para cada adulto afectado seriamente por este desastre y de un 40 % de ese monto por cada niño en similar situación, además de otras ayudas para los trabajadores de estas zonas inundadas.
La catástrofe se desató tras el paso del ciclón Jasper, que tocó tierra el miércoles pasado con categoría 2 en las proximidades de Wujal Wujal, y perdió fuerza nada más pasar por el territorio australiano, convirtiéndose en una tormenta que ha causado grandes estragos en el noreste del país.
Si bien los ciclones de gran potencia no son comunes en Australia, cada cierto tiempo alguno golpea el norte del país oceánico, como el ciclón Yasi, de categoría cinco, que arrasó Queensland en febrero de 2011, y dejó un muerto y cuantiosos daños.