Morena y sus aliados, con apoyo del PRI y MC, aprobaron en la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados -por 30 votos a favor, 8 en contra y una abstención del PRD- el dictamen de la iniciativa para reformar el artículo 28 de la Carta Magna para establecer a los ferrocarriles, tanto para transporte de pasajeros como de carga, como áreas prioritarias para el desarrollo nacional.
Los legisladores del PAN votaron en contra, porque la reforma no se traduce en un gasto eficiente del presupuesto, ya que, entre otros puntos, no se contempla la construcción de trenes bala; y tiene como destinatario al Ejército, que ha fracasado en la construcción de otras obras, como el Tren Maya y el AIFA, por los sobrecostos.
El dictamen establece que el Estado mexicano retoma el derecho de utilizar las vías ferroviarias para prestar el servicio de transporte de pasajeros, y para ello, el Ejecutivo Federal podrá otorgar asignaciones a empresas públicas o concesiones a particulares.
Y los particulares que cuenten con concesiones para prestar el servicio de transporte ferroviario de carga podrán obtener concesiones para prestar el servicio de transporte ferroviario de pasajeros; y en cualquier caso, se dará preferencia al servicio de transporte ferroviario de pasajeros.
El diputado Héctor Saúl Téllez (PAN) lamentó que en la reforma no se contemple la creación de trenes bala, un transporte rápido y eficiente que no existe en nuestro país. Y dijo que el Tren Maya ha fracasado en su meta de transportar personas.
«Hay que recordar que el Tren Maya, con una ejecución y puesta en marcha de seis meses, apenas ha podido mover a cerca de 250 mil personas, es decir, 35 mil pasajeros al mes, muy por debajo de la meta que se tenía estimada para poder pensar que el sistema de transporte del Tren Maya pueda ser viable y que pueda generar utilidades», expuso.
Refirió que su bancada no puede «dar confianza al gobierno para crear una empresa de carácter Estatal y llevar a cabo la administración del sistema ferroviario» porque abre la puerta para que el Ejército participe, como en el Tren Maya y el AIFA.
«No tenemos confianza en que el Ejército pueda llevar a cabo un buen ejercicio, cuando la construcción del Tren Maya se ha disparado por lo menos tres veces en el monto de su construcción. Lo que dijeron que costaría 120 mil millones de pesos, va a costar cerca de 480 mil millones de pesos», señaló.
El diputado Juan Ramiro Robledo (Morena), presidente de la Comisión, le contestó al legislador panista y aseguró que los sobrecostos derivan de «los amparos suspenden la obra pública, cosa absurda, es el Plan Nacional de Desarrollo que está funcionando, ejecutándose, y los jueces de Amparo detienen, pues claro que encarecen».
«¿Cuestan los servicios públicos? Sí. Las obras públicas han estado escareciéndose, sí, por varias razones. Primero, porque son por varios años y hay escalatorias de precios; segundo, por el caso que mencionaron, se hicieron muchas obras complementarias que no estaban comprendidas en el proyecto original, en el caso del Tren Maya, hospitales, se reivindicó la tarea de descubrir, reponer en servicio, de abrir, exponer las grandes ruinas de la civilización maya», comentó.
Y afirmó que, si el Tren Maya o Mexicana de Aviación no tiene utilidades, es porque no se crearon para lucrar o «para hacer negocio… sino para dar un servicio que equilibre sus costos».