Miami, 27 jul (EFEUSA).- El XXIV Festival Internacional de Ballet de Miami presenta a partir de este sábado espectáculos con bailarines de una quincena de compañías de Europa, América Latina y Estados Unidos, además de funciones a cielo abierto en dos barrios de la ciudad.
El bailarín y coreógrafo de origen colombiano Eriberto Jiménez, director del Festival, dijo a Efe que las dos funciones al aire libre son de danza contemporánea y no de clásica, y han sido programadas para captar la atención de un público más amplio.
«Hace tiempo queríamos cambiar el formato que teníamos y mostrar en los dos lugares lo que estamos haciendo», apunta Jiménez sobre ambas funciones, que se presentarán de manera simultánea en la calle Lincoln Road de Miami Beach y en el barrio artístico de Wynwood (lleno de grandes y coloridos murales).
La vigésimo cuarta entrega del festival, que además de Miami-Dade llega al vecino condado de Broward, en Florida, alza el telón este sábado con la presentación del cartel oficial, creado por el pintor miamense Alexander Mijares y cuyo título es «Goodbye Until Then», que muestra a una bailarina con tutú vista en un plano cenital.
También en la jornada inaugural se desvelará la estatuilla del premio «Una Vida por la Danza», a cargo del artista mexicano David Camorlinga, y se inaugurará la exposición «Danseurs», de la escultora colombiana Liliana Méndez, así como una muestra de la colección «Precisión», del fotógrafo mexicano Luis Arturo Chacón.
Jiménez confirmó la presencia, en total, de un centenar de bailarines de Lyrics Dance Company (Italia), Nós da Dança (Brasil), el Ballet Nacional Dominicano, el Ballet de Octavio de la Roza, un argentino que bailó con Maurice Béjart y cuya compañía llega a Miami desde Suiza, y el ZEST Collective, de Nueva York, todos estos en la línea contemporánea.
Para las dos galas de danza clásica, el director del Festival enumeró a la compañía chilena Ballet de Santiago, la del Teatro Municipal de Río de Janeiro (Brasil) y a las mexicanas Compañía Nacional de Danza y el Ballet de Monterrey.
También, el Het Nationale Ballet (Holanda), el Ballet du Capitole (Toulouse, Francia) y las compañías del Ballet Nacional de Hungría, Polonia y Eslovenia.
De Estados Unidos están confirmados participantes del Arts Ballet Theatre of Florida, Dimensions Dance Theatre (Miami), y el Milwaukee Ballet.
El programa incluye la gala «IBFM Jóvenes Medallistas», que muestra a nuevos talentos de la danza ganadores de medallas en diferentes concursos nacionales e internacionales.
Jiménez, que llegó a Miami hace 30 años con una beca para estudiar baile y ahora dirige el Miami Hispanic Ballet, afirma que esta ciudad sí tiene un público que sigue este arte escénico, «pero tenemos que seguir creciendo».
«Miami tiene un público, pero además ha llegado mucha gente de Venezuela que siempre ha gustado del ballet. También está la comunidad cubana, amante y conocedora del ballet, y tenemos los programas de televisión de ahora, que hacen que prestemos mucha atención a la danza», desgrana el director del Festival.
Jiménez quiere involucrar a organizaciones culturales de Miami y por tal motivo este año el evento dará una función gratuita en el African Heritage Cultural Arts Center (AHCAC).
Las galas principales de danza clásica tendrán lugar en el mejor escenario que tiene la ciudad para este fin, el Miami Dade County Auditorium, según indicó Jiménez, y en el Fillmore Miami Beach Jackie Gleason Theater.
Sobre el «método Balanchine» que se practica ampliamente en Estados Unidos, inspirado en el maestro de ballet y coreógrafo ruso George Balanchine, quien destacó en el ballet estadounidense y fue uno de los fundadores del estilo neoclásico, Jiménez acotó que «dio más velocidad a la danza».
Pero también dijo que «no es un estilo ni una escuela, como sí lo es la cubana, que se ha ajustado al cuerpo latino».
«Nuestro fundador Pedro Pablo Peña (1944-2018) creó el Ballet Clásico Cubano de Miami para mantener la tradición de la escuela cubana de ballet», apostilló.
Nacido en La Habana, Peña fundó el Festival Internacional de Ballet de Miami en 1993. A su vez, logró la adquisición de la Casa Blanca del Ballet (JW Warner House), un edificio histórico en el centro de la ciudad que hizo restaurar y donde radica el Miami Hispanic Cultural Arts Center.
El Festival Internacional de Ballet de Miami, organizado por el Miami Hispanic Ballet y que concluye el 18 de agosto, ha programado también una serie de documentales como «La Chana», basado en la vida de la bailarina de flamenco La Chana, y «Pina Bausch Eim Film», sobre la reconocida coreógrafa alemana.