A una semana de dar inicio la peregrinación de fieles al santuario de la Virgen de San Juan, se prevé que este año baje aún más la participación de personas debido a los altos índices de inseguridad que imperan en el trayecto de Aguascalientes a esa región de Jalisco, por lo que se tendrán que encomendar a Dios y a la Inmaculada Concepción.
Recordemos que en años anteriores los sanjuaneros han sido presa de los delincuentes, ya que en zonas despobladas han sufrido asaltos o algunos de accidentes, además de que la percepción de la población en cuanto al tema de la inseguridad puede provocar una reducción de peregrinos.
En el último año, los índices delictivos en las carreteras de la zona del Bajío, específicamente a la altura de Encarnación de Díaz, Lagos de Moreno o del cerro conocido como “La Mesa”, han ido a la alza, sin importar si son caminos de cuota, la libre o si es de día o de noche.
Tan sólo ayer por la tarde-noche se daba nota de la balacera en La Chona entre miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa, haciendo el paso por la zona un punto peligroso.
Si bien es cierto que las inclemencias del clima y la distancia no han frenado a los devotos de la Virgen de San Juan, que cada año acuden a pagar sus mandas por los milagros que les concede, pero en el tiempo de pandemia mermó la participación y después del Covid ya no ha vuelto a ser lo mismo, debido que cada vez más es un peligro llegar a su destino.
Ante tal situación, las autoridades responsables de proteger el tránsito de los peregrinos y personas que les proveen de alimentos tendrán que reforzar al doble los esfuerzos de seguridad para evitar contratiempos y eventos que después se tengan que lamentar.