La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) afirmó que luego del hueco que dejó la Financiera Nacional de Desarrollo (FND), sigue ausente la banca privada en los lugares más lejanos del país con actividad agropecuaria.
«En el ámbito rural son otros intermediarios y no los bancos los que han mostrado su interés para ofrecer crédito a los productores rurales», aseguró Rogelio Ramírez de la O durante su discurso en la celebración de los 70 años de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA).
Por eso, anunció que el crédito rural tendrá un rol más fuerte en la política pública de impulso al campo.
Lo anterior a través de una mayor coordinación interinstitucional, ya que será clave para lograrlo, aseguró.
Mencionó que de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, escasamente sólo 6% de los municipios catalogados como rurales, tienen representación de la banca comercial.
Además, refirió que según el Censo, sólo el 6% de las unidades agropecuarias tiene acceso al crédito.
De ahí que manifestó «hace falta una mayor inclusión financiera» como una de las tareas a seguir.
Según el funcionario federal, el extensionismo rural digital vía telefonía móvil a bajo costo abre oportunidades nuevas tecnológicas que mejoran en el transcurso del tiempo.
Inclusión financiera: Hacienda reconoce retos en créditos para el campo
Más adelante, el responsable de las finanzas públicas del país, reconoció que con el reciente retiro de la FND hay un gran reto.
«Dejó un hueco muy grande de crédito al productor», reconoció, al explicar que hasta 2018 la FND y FIRA se complementaron para atender el primer y segundo piso de la demanda de crédito agropecuario.
No obstante, puntualizó que los fideicomisos a cargo del Banco de México, contribuyeron a la salida ordenada de la institución -cuyos orígenes fueron Banrural-, con una estrategia de apertura acelerada de líneas de créditos.
Estableció que si bien fue una respuesta limitada, hace ver hacia dónde apuntar las acciones complementarias de FIRA con el resto de las instituciones incluyendo a la Secretaría de Agricultura.
También consideró entre otras tareas, la conservación del medio ambiente pues somos uno de los países con las más altas tasas de desforestación.
Mientras que en términos de tierra y agua hay mucho por hacer, subrayó al matizar que el sector agropecuario mexicano utiliza el 78% del agua extraída debajo de la tierra y un porcentaje importante de la contaminación proviene de dichas actividades.
Ramírez de la O ponderó que el sistema alimentario es más susceptible a episodios extremos de volatilidad de precios con eventos lejanos que se pueden propagar más rápido.
Por eso, dijo que se deben diseñar modelos para financiar al campo no es fácil en ningún lugar del mundo, pero ahora se cuenta con más herramientas respecto al pasado con las nuevas tecnologías financieras, el internet de las cosas y la nueva era de la información que están disponibles para realizar las tareas pendientes.