Es increíble la violencia que se vive en el país, de la que por lo menos un hecho de sangre que ocurrió el domingo tiene pasmada a la sociedad, aunque a estas alturas aún hay muchos hilos por descubrir.
Varios hombres fueron sacados de un velorio, colocados en la pared de una casa, que sirvió como paredón y literal, fueron fusilados, a plena luz del día y a la vista de todo el pueblo de San José de Gracia, que no es en territorio de Aguascalientes, sino en Michoacán; lo más difícil de creer es que, según las autoridades, los criminales no sólo tuvieron el tiempo suficiente para ejecutar a las personas, sino también de deshacerse de sus cuerpos y hasta de limpiar exhaustivamente la escena del crimen… y que nadie vio nada.
Pero esto es obvio, nadie en sus cinco sentidos admitirá ser testigo de semejante acto, ya que claramente se temen represalias, incluso lo hemos comentado en otra ocasión, la indiferencia es el mal de nuestros tiempos, porque nos estamos acostumbrando a vivir como salvajes.
Por lo tanto, es claro que la violencia afecta a todos los sectores, pues al no haber seguridad disminuyen las inversiones, ya que los hombres y mujeres del dinero buscan lugares en calma para hacer crecer sus empresas y seguramente más de algún empresario ha dado la media vuelta al no sentir un clima óptimo para los negocios; ejemplos hay muchos, pero uno reciente fue el de los productores de aguacate y limón, quienes reconocen que se ven amenazados por integrantes del crimen organizado que se disputan el llamado “oro verde” y que por eso sus precios están por los cielos.
Ahora sí que nadie se salva de la violencia, como los periodistas que, por cierto, ya van 6 asesinados en lo que va del año, y por si fuera poco, el Presidente no abona al clima de tranquilidad, pues sigue atacando un día sí y otro también a los comunicadores y a los Medios.
Otros de los afectados son los políticos, pues a estas alturas las Fiscalías de varios Estados investigan la muerte de Pedro César Carrizales Becerra, mejor conocido como “El Mijis”, quien supuestamente falleció en un accidente, pero la familia exige pruebas, lo que hace pensar que algo muy turbio pasó ahí, y obvio, la gente se inclina por un hecho de violencia; ayer mismo también se registró la ejecución del delegado del PAN en Guerrero, otra Entidad que no tiene pies ni cabeza en cuanto al tema de seguridad.
Éste, desafortunadamente, no es un tema nuevo en estas líneas, pero es que cada vez sorprende más el nivel y alto grado de violencia que se registra de frontera a frontera en nuestra República Mexicana.
A nivel local, incluso el nuevo Obispo afirma que nos duele ver lo que está pasando en la lejana Ucrania, pero que también debe importarnos la guerra que tenemos en casa, palabras muy fuertes, porque desnudan nuestra realidad: otro feminicidio, dobles ejecuciones y todo lo que usted ya ha leído en estas páginas, que cuentan puntualmente la degradación social en la que está inmersa la Entidad, aunque nuestras autoridades juren y perjuren que todo marcha bien, lo que obviamente, siguen siendo “otros datos”.