México, 30 abr (EFE).- Batman, Superman, el Hombre Araña y otros personajes encarnados por artistas urbanos recorrieron este jueves algunas calles de Ciudad de México en demanda de ayuda a las autoridades ante la crisis económica que padecen por la pandemia de la COVID-19.
Unos 150 artistas y sus familias, entre ellos decenas de payasos y disfraces de personajes como Mario Bros, símbolo de videojuegos, o el vaquero Woody, de la película «Toy Story», se manifestaron en un día simbólico en México, el Día del Niño, en busca de un auxilio económico para salvar un poco situación.
Aunque las autoridades sanitarias de México han pedido evitar las reuniones de personas, los artistas marcharon en orden y de manera pacífica, con distancia entre ellos y su respectivo cubrebocas.
Con su traje negro y su máscara de murciélago Batman, representado por Elvis Guadarrama, dijo en entrevista con Efe que él y su compañeros llevan «más de un mes sin trabajar» y sin entrada de dinero a sus casas, por lo que la situación se ha vuelto apremiante.
Recordó que su trabajo es atípico ya que no es de lunes a viernes, no tiene un horario fijo y no cuentan con seguridad social.
«Nosotros trabajamos de jueves a domingo en fiesta infantiles y en la calles del Centro Histórico y la emergencia sanitaria nos cerró los espacio», explicó Guadarrama.
Recordó que al decretar el aislamiento social y suspender las reuniones de más de 50 personas, como las fiestas infantiles, automáticamente se cerraron sus fuentes de empleo.
Elvis contó que se dedica al 100 % a la actividad de personificar a varios superhéroes, entre ellos al famoso Hombre Murciélago y lidera al grupo Alebrijes, de arte urbano y cultura, integrado por unas 50 familias tanto de la capital como del Estado de México.
NO SE SALVA NI EL HOMBRE DE ACERO
En el mismo sentido se expresó Superman, personificado por Alberto Galván, quien dijo que la COVID-19 los ha «afectado demasiado» económicamente.
Una desventaja a la que se enfrentan estos artistas es que su trabajo, como el de millones de personas en México, es informal.
«Muchos nos hemos visto en la necesidad de vender nuestros disfraces y equipos para sobrevivir. (…) Prácticamente vamos al día», contó Galván.
Al acatar las medidas de higiene y prevención, entre ellas quedarse en casa y las congregaciones, los artistas vieron cómo de a poco su agendas se fueron vaciando hasta quedarse sin eventos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018 en México residen unos 38,5 millones de niñas, niños y adolescentes de 0 a 17 años, a un parte de ese público se dirigen estos artistas.
SITUACIÓN COMPROMETIDA
Para la payasita Tushita, cuyo nombre real es María, la petición de los artistas es sencilla.
«Pedimos una ayuda económica para solventar nuestros gastos lo que dure la pandemia, no pedimos más. Lo hacemos porque por ahora no tenemos como generar ingresos», expuso.
Explicó que la situación económica de los artistas urbanos se complicó en el poco más de un mes sin trabajo y creen que será más crítica la siguiente etapa luego de que las autoridades sanitarias estimen que el regreso a las actividades esenciales ocurrirá a partir del 1 de junio.
La marcha inició en el Monumento a la Revolución y recorrió las semivacías calles del centro histórico de la capital hasta llegar al Zócalo donde los personajes se apostaron afuera del Palacio Nacional.
En el lugar expresaron sus demandas de manera pacífica, cantando «Las mañanitas» y echando porras a los niños, y le pidieron apoyo al Gobierno federal y al capitalino.
Una payasita, quien fungió como representante de los artistas callejeros, entregó un documento a dos representantes del Gobierno mexicano en la puerta de Palacio Nacional, donde despacha el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. )