Bayreuth (Alemania), 24 jul (EFE).- El Festival de Bayreuth mantuvo hoy bajo llave las claves del estreno del jueves, una nueva versión de «Tannhäuser», que solo revelará mañana pero de la que la biznieta de Richard Wagner avanzó que «la gente se rió con ganas».
Katharina Wagner, al frente del festival desde hace once años -y hoy dijo que la negociación de una prórroga de su contrato va por buen camino- describió así el sentimiento observado en los ensayos.
Pero nadie dijo una palabra respecto a la versión que dirige en la escena el alemán Tobias Kratzer y en el foso el ruso Valery Gergiev durante un encuentro con la prensa bajo un auténtico bochorno y los termómetros en torno a los 36 grados centígrados. A la sombra.
Kratzer recordó que la versión de este año es la de Dresden, estrenada el 18 de octubre de 1845 en esa ciudad alemana y dirigida por el propio Wagner, que es una de las tres que hay de la obra (las otras dos son las estrenadas posteriormente en París y Viena).
«Tannhäuser está escrito como un trabajo inicial no directamente para Bayreuth y elude una canonización y fijación en un lugar», se defendió Kratzer al ser interrogado por la razón de que el parque en torno al teatro de esta ciudad tenga un papel importante en su versión, que es de lo muy poco que se sabe de ella.
Hasta que el jueves se pueda probar hasta qué punto funciona el contexto de Kratzer para «Tannhäuser» poco más se sabe de esta producción, a parte de que en sus principales papeles figuran Stephen Gould (Tannhäuser), Stephen Milling (Landgraf Hermann) y Markus Eiche como Wolfram von Eschenbach.
El tenor español Jorge Rodríguez-Norton interpreta por su parte a Heinrich der Schreiber y se convierte así en el tercer cantante de este origen que canta en Bayreuth, después de que en el siglo pasado lo hicieran Victoria de los Ángeles y Plácido Domingo.
«Le escuché en el ‘Tristán’ en el Liceo de Barcelona y me pareció auténticamente maravilloso y pensé que podía encajar muy bien en Tannhäuser», explicó Katharina Wagner a Efe.
«Y como no tenía el contacto de su agente, pues le escribí vía Facebook, como hoy se hace tan a menudo», contó sobre cómo le dio la sorpresa al cantante asturiano.
«Pues no sé por qué ha habido tan pocos españoles en Bayreuth, si es que a mí me encanta España», dijo la biznieta de Wagner preguntada por esa tan llamativa escasez de voces hispanas en el «olimpo» del compositor alemán.
«Quizás sea por el idioma alemán, es verdad. A lo mejor es una cuestión de saber quién de los compañeros españoles lo domina realmente», concedió.
La propia Wagner fue la encargada de anunciar -además de que le encantaría seguir al frente del Festival, donde sus montajes han sido recibidos a veces con abucheos- que en 2020 habrá de nuevo otra versión del «Ring».
El encargo lo asumirá un equipo joven de artistas: la dirección musical de la tetralogía correrá a cargo del finlandés Pietari Inkinen y la escénica del austríaco Valentin Schwarz.
La apuesta por un equipo tan joven para subir a la colina donde se erige el templo wagneriano hoy la tuvo clara Katharina Wagner; «le considero uno de los jóvenes directores mejor dotados y más prometedores» dijo a la prensa sobre Inkinen.
Además de los pocos comentarios presentes y aquellos sobre el próximo «Ring», hubo hoy en Bayreuth tiempo para volver a mencionar dos de los asuntos quizás hasta prosaicos para los puristas pero que acompañan el día a día del festival: el aire acondicionado y la reventa.
En el primer aspecto, la mala noticia para los que pretendan asistir a una representación en el coliseo de esta ciudad bávara es que habrá que seguir aguantando el calor; sus responsables dijeron que ni quieren ni pueden poner aire acondicionado, sufriría la acústica.
Y sobre la reventa, el mercado negro de las entradas que cada año hace correr rumores sobre los miles de euros que cuesta conseguir alguna, añadieron que, por un lado, se pretende limitar ese fenómeno ya con la personalización de cada billete.
Por otro lado, la dirección del teatro ruega a quien se vea tentado por ese negocio rápido que lo ponga en su conocimiento para colaborar y encontrar compradores y recordó que mucho más margen no tiene al ser una entidad que recibe dinero público.
En la víspera del esperado estreno del jueves los aficionados a la música de Wagner tenían hoy un aperitivo nada menor: fragmentos de varias de las óperas del genio y la voz de una de las más respetadas cantantes alemanas, la mezzosoprano Waltraud Meier.
El motivo es la celebración del centenario del nacimiento de Wolfgang Wagner, el nieto del compositor, quien estuvo detrás de la recuperación del evento en la posguerra y que alzó el acontecimiento musical del verano alemán a lo que hoy es.
Por Javier Alonso