CIUDAD DE MÉXICO, enero 8 (EL UNIVERSAL).-
Alemania y el futbol mundial sufrieron este lunes la pérdida de uno de sus máximos referentes, Franz Beckenbauer quien murió a la edad de 78 años.
El legendario exjugador, quien fue campeón del mundo en 1974 y repitió ese honor como estratega en 1990 con la Selección de Alemania, muchas veces compartió consejos para las nuevas generaciones.
Destacando uno de sus máximos secretos que le ayudó durante su exitosa trayectoria en el balompié alemán a ganar campeonatos y brindar su mejor versión en la cancha.
En 1977, poco antes de incorporarse al Cosmos de Nueva York, de la naciente Liga Estadounidense de Futbol, «El Káiser» confesó que utilizaba un método para tener un mejor rendimiento físico, que consistía en el suministro de su propia sangre.
«Es lícito para los jugadores de Primera División todo lo que les permita mejorar su rendimiento. En la Bundesliga, uno se inyecta y toma pastillas de todo tipo. Varias veces al mes se me ha extraído sangre de una vena del brazo para volver a inyectármela en otra de un muslo».
Dicho método se conoce como autotransfusión sanguínea que oxigena la sangre extraída para mejorar la concentración de glóbulos rojos y que a su vez detona el rendimiento aeróbico.