Panamá, 17 ago (EFE).- El escritor mexicano Benito Taibo dijo que no tiene nada contra la tecnología, pero que prefiere no pensar en un futuro «apocalíptico» sin libros en soporte de papel en razón de la posibilidad de que todos pasen a internet o Google y prevalezcan los textos electrónicos.
«Mira, no tengo nada contra la tecnología, pero las virtudes que la tecnología nos ofrece hoy como enormes novedades están contenidas en el libro desde que el señor Gutenberg logró hacer que se convirtiera en un objeto de uso común», indicó Taibo en entrevista con Efe en su participación en la XV Feria Internacional del Libro (FIL) de Panamá 2019.
Taibo (Ciudad de México, 1960), empero, no se hace ningún problema con ese escenario venidero que asume como improbable ya que el libro, si se mira bien, es tan portátil como cualquier artilugio o soporte electrónico para leer.
Para el autor, periodista y promotor de la lectura entre jóvenes, todo ejemplar o volumen «es portátil, no es necesario conectarlo a nada, es digital porque con un dedo puedes mover las páginas, y tiene un motor de búsqueda que se llama índice».
Y no solo contiene eso, «contiene todo el universo».
Pero tampoco cree que haya que esperar mucha competencia pues «hoy por hoy el libro electrónico representa tan solo el 3 % de las ventas de la industria editorial en el mundo».
Destacó que estas cifras indican claramente que el 97 % sigue siendo libro en papel «y cada vez más libro en papel reciclado», lo cual, señaló, «puede ser nuestra salvación» y del medioambiente.
El autor de «Camino a Sognum» (Editorial Planeta Mexicana, 2018) fue más allá y manifestó en ese sentido que «si trituramos todos los libros de Paulo Coelho y publicamos cosas buenas (para el ambiente) nos habremos salvado».
Aunque considera como un poco «tonto» recurrir al «reduccionismo» de cuidar el ambiente, Taibo espera que se halle «algún sustituto de la celulosa para seguir teniendo libros así», afirmó sosteniendo un ejemplar de ‘Camino a Sognum’, «libros que se puedan ver, tocar, meter debajo del sobaco y que se conviertan en el cómplice que son».
«No concibo un mundo sin libros, sin libros físicos como este, en los que puedes hacer anotaciones, llenarlos de la guasa del pulpo al carbón que te acabas de comer, hacerlos propios, parte de ti», añadió el también director de Radio UNAM, y dijo que prefiere «no pensar en ese futuro apocalíptico sin ellos».
Pero afirmó que si llega a suceder «acabaríamos convirtiéndonos como en ‘Farenheit 451’ (Ray Bradbury, 1953) nosotros mismos en libros, y tendremos que recordar para seguir transmitiendo la emoción, la pasión, la imaginación, el conocimiento, todo lo que ellos contienen».
En ‘Farenheit 451, Bradbury prefigura una sociedad del futuro en Estados Unidos en la que los libros están prohibidos y donde los bomberos se encargan de quemar los que vayan encontrando.
Benito asiste a la FIL de Panamá, donde ha estado en coloquios y hablado de ‘Camino a Sognum’, que narra la épica histórica de un grupo de tres jóvenes que comienzan una aventura a lo desconocido en busca de un destino que les fue arrebatado.
Explicó que esta «fantasía épica» ofrece a los jóvenes lectores «un mundo sin dioses, un mundo salvaje, un mundo primigenio donde priva la ley del más fuerte, donde hay magia, donde hay capas y espadas».
Es una obra en la que se refleja toda la impronta literaria que proviene de los textos de «fantasía heroica» de los grandes autores alemanes, estadounidenses y franceses, y también de los cantares de gesta y los textos iniciáticos y civilizatorios como La Ilíada, La Odisea y la Biblia.
Resaltó que lo que intentó hacer con esta obra fue un homenaje a todos esos textos, convencido también que «la fantasía sirve para enfrentar, con las herramientas y armas que nos brinda dentro de la literatura, a los demonios de la realidad».
Reconoció que puede llegar a parecer difícil escribir literatura fantástica en un país de una realidad social tan dura como México, pero que justo por eso mismo como decía el poeta argentino Oliverio Girondo «la realidad se está poniendo rara» y hay que hacerlo.
En México, señaló, «la realidad se está poniendo rara desde hace muchos años, y enfrentar a esos demonios con las herramientas que nos brinda la propia realidad (pues) nos queda a deber», y para eso, expresó, «necesitamos de la literatura».
«¿Qué sería de nosotros sin la literatura, cómo diablos podríamos enfrentar todos los días los ahorcamientos, violaciones, la trata de blancas, todo lo que sucede en un país como el nuestro?», indicó.