Berlín, 10 dic (EFE).- En 1919 se estrenaba en Alemania «Diferente a los demás» («Anders als die Andern»), la primera película que trataba la homosexualidad de forma positiva y que generó tanto revuelo que fue una de las razones por las que el gobierno alemán introdujo de nuevo la ley de censura en el país.
Un siglo después el Schwules Museum de Berlín recupera con una exposición la historia de un filme que se atrevió a proclamar ya a principios de siglo XX que la homosexualidad no era un problema, que el problema era la homofobia.
El comisario de la exposición y cofundador del museo, Wolfgang Theis, explica a Efe que la importancia de esta película reside, no tanto en su valor para la historia del cine, sino porque «fue la primera vez en la que se enseñó en pantalla la homosexualidad como algo positivo».
DIRECTORES Y SEXÓLOGOS PARA HABLAR DE HOMOSEXUALIDAD
El director de la cinta, Richard Oswald, escribió el guión junto con el doctor Magnus Hirschfeld, un sexólogo alemán conocido por su activismo en favor de los derechos de la comunidad LGTBI y que incluso apareció en pantalla interpretándose a sí mismo.
La película cuenta la historia de Paul Körner, un violinista que acepta como alumno a Kurt Sivers, un joven con el que comienza una relación. Sin embargo un antiguo amante de Körner, Franz Bollek, decide chantajearlo a cambio de dinero.
Körner decide finalmente acabar con su vida, después de que su familia se entera de su relación y le rechaza. Durante toda la película se suceden los discursos de Hirschfeld intentando hacer entender a las familias de los dos enamorados que la relación es normal y debería ser respetada.
Con su representación de un pareja homosexual, del daño que provoca la no aceptación de una familia y, especialmente, con su crítica directa a uno de los artículos del código penal alemán, esta película se colocó en el centro de la diana para las críticas de conservadores, religiosos y políticos en general.
LA CENSURA EN LA ALEMANIA DE 1919
La Alemania de 1919 disfrutaba de una relativa libertad de expresión resultante de la abolición de una estricta ley de censura, que había desaparecido tras el fin de la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918).
Sin embargo, mientras que hacer películas durante la República de Weimar (el régimen político en Alemania desde 1918 hasta 1933) no conllevaba problemas de por sí, las relaciones sexuales entre hombres estaban prohibidas y penadas por el artículo 175 del código penal entonces vigente.
En Berlín había, sin embargo, «islas de libertad dentro de la ciudad», según explicó a Efe el ayudante de la investigación realizada para la exhibición, Justus Heitzelmann.
«Sólo en el distrito de Kreuzberg (sur de Berlín) en 1921 había unos cien bares para homosexuales, la ciudad era un centro para minorías sexuales en Europa.»
Es en este contexto cuando se rueda la película, aprovechando la falta de censura explícita de la época. Es una crítica directa al artículo 175, que incluso aparece en la escena final del filme siendo tachado.
DEL ÉXITO ABSOLUTO A SU DESAPARICIÓN
Cuando se estrenó en mayo de 1919 fue un éxito. Se distribuyeron 40 copias, algo, explicó Heitzelmann, «extraordinario para la época», aunque poco después la fascinación se convirtió en rechazo por parte de los sectores más conservadores de la sociedad.
La controversia fue tal que en 1920, tan sólo un año después de su estreno, se legisló para introducir una nueva ley de censura en el cine.
«Diferente a los demás» fue sólo una de las muchas películas que aprovecharon este resquicio de libertad de expresión para proyectar historias divulgativas sobre sexualidad, pero fue la que más llamó la atención.
«Hubo otras, pero esta película fue la que causó las mayores reacciones», explicó Theis. «Incluso se mencionaba en el parlamento cuando se debatía sobre esta ley.»
RECUPERAR UNA PELÍCULA PERDIDA
Relegada a proyecciones para científicos e investigadores, la película fue rápidamente olvidada por el público general, y todas sus copias se creyeron perdidas definitivamente cuando los archivos del Instituto para la Ciencia Sexual, fundado por Hirschfeld, fueron destruidos por grupos nazis en 1933.
Aun así, no toda la cinta se perdió. Hirschfeld había utilizado algunas de las escenas y las había introducido en otra de sus películas divulgativas, «Gesetze der Liebe» («Leyes del amor»).
Una de las copias de esta cinta llegó a Moscú, donde se encontró en los años 70 y fue utilizada para una exhibición sobre su director, Richard Oswald.
La versión que se puede ver hoy es una reconstrucción que realizó el Museo del Cine de Múnich, utilizando texto e imágenes fijas para suplir las escenas que desaparecieron por completo.
Se dio así una nueva vida a la película que hace 100 años revolucionó la sociedad alemana con un mensaje que, en la mayoría de países, no sería aceptado hasta casi un siglo después.
Por Paula García Viana