El presidente estadounidense, Joe Biden, descartó este viernes indultar a su hijo Hunter en caso de que este llegue a ser condenado en el juicio iniciado esta semana por compra y posesión ilegal de un arma en 2018.
En una entrevista concedida a ABC News afirmó con un escueto «sí» que respetará el veredicto.
Es la primera vez en la historia de Estados Unidos que el hijo de un mandatario en activo se enfrenta a un juicio que, en este caso, puede afectar a la campaña de Joe Biden en las presidenciales del 5 de noviembre ya que los republicanos, especialmente el expresidente Donald Trump (2017-2021), lo utilizan con frecuencia como arma arrojadiza en su contra.
Hunter Biden es hijo de la primera esposa del presidente, la fallecida Neilia Biden, y está acusado de mentir en octubre de 2018 cuando no reconoció que consumía drogas en un formulario para comprar un revólver Colt Cobra de calibre 38, que luego guardó durante 11 días.
El proceso comenzó el lunes en Wilmington (Delaware) y después de que este miércoles declararan su exesposa, Kathleen Buhle, y una exnovia, Zoe Kestan, este jueves se sentó en el banquillo Hallie Biden, viuda de su hermano Beau Biden, fallecido de cáncer en 2015, y con quien Hunter tuvo una relación extramarital tras el fallecimiento de Beau.
Hallie Biden dijo haberse asustado cuando encontró la pistola en el coche de Hunter y admitió haber empezado a consumir crack de cocaína después de que este la introdujera a esa droga: «Fue una experiencia terrible de la que me avergüenzo. Lamento ese periodo de mi vida», señaló.
No obstante, señaló no haberle visto consumir drogas en la época en la que compró y tuvo el arma en cuestión.
Joe Biden no ha acudido a la corte, pero el lunes, cuando se seleccionó el jurado, sí estuvo presente la primera dama, Jill Biden, que justo ese día cumplió 73 años.
En un comunicado, no obstante, el mandatario demócrata apuntó que como presidente no iba a hacer ningún comentario sobre casos federales pendientes, pero que como padre tenía un «amor ilimitado» por su hijo, «confianza en él y respeto por su fuerza».
Los tres cargos que se le imputan a Hunter Biden por la compra y posesión ilegal de un arma al haber mentido sobre su adicción conllevan una pena máxima de 25 años de cárcel, si bien las sentencias suelen ser menores para quienes, como él, carecen de antecedentes penales.