Los Ángeles, 11 dic (EFEUSA).- Hollywood ha dejado en 2019 varias cintas sobre feminismo como el drama «Bombshell» o la comedia «Booksmart», pero ahora llega el turno del terror con «Black Christmas», película con Imogen Poots que reinterpreta el sangriento subgénero «slasher» desde la perspectiva del #MeToo.
«Es realmente increíble haber podido trabajar con tantas mujeres y encontrarme rodeada de tantas mujeres», comentó Poots a Efe en una entrevista telefónica sobre una cinta que se estrena este viernes con una mujer, Sophia Takal, asumiendo la dirección de una película que escribió además junto a otra guionista, April Wolfe.
«Fue de verdad sorprendente que esta película se pudiera hacer con una directora, dos mujeres guionistas y un reparto mayoritariamente femenino. Me siento muy orgullosa de haber sido parte de esta rareza en la industria», añadió.
Poots (1989, Londres) es la cara más conocida de una película en la que también figuran las actrices Aleyse Shannon, Lily Donoghue y Brittany O’Grady y que ha sido producida por Jason Blum, el cerebro más requerido del terror en la actualidad y responsable de fenómenos como «Get Out» (2017) o las sagas de «Paranormal Activity», «Insidious» y «The Purge».
«Black Christmas», un nuevo «remake» de la cinta homónima de 1974 dirigida por Bob Clark, se centra en Riley (Poots), una joven universitaria que trata de retomar su vida después de haber sufrido abusos sexuales por parte de un compañero.
Pero las cosas se vuelven a torcer cuando varias de sus amigas de la universidad aparecen asesinadas justo antes del periodo de vacaciones por Navidad.
«Black Christmas» supone un giro de tuerca a la tradición del «slasher», un subgénero del terror que gira en torno a temibles asesinos que acosan y matan, uno por uno y casi siempre con armas blancas, a un grupo de personas con la venganza como razón habitual.
La saga de «Scream» es un ejemplo de «slasher» que llegó a alcanzar el gran éxito en los cines.
Pero el «slasher» también es conocido, generalmente y tirando de estereotipos, por recurrir a personajes femeninos como víctimas propicias del asesino, tanto que «Scary Movie» (2000), una parodia de los códigos más trillados del terror, comenzaba con el personaje de Carmen Electra tratando de huir cómicamente de las garras de un criminal.
En este sentido, Poots apuntó que «desafortunadamente» muchas películas de «slasher» habían tratado a las mujeres como «víctimas» y personajes «sin voz».
«Así que es muy guay subvertir eso», indicó.
Un aspecto clave de «Black Christmas» es la introducción del tema de los abusos sexuales a mujeres en la trama de un filme de terror.
«Cuando conocemos a Riley, ella es muy pasiva y está reprimiendo muchas cosas en su interior. Está confusa sobre cómo puede lidiar con la vida después de su traumática experiencia», explicó Poots.
«Se siente atrapada, como en una especie de parálisis (…). Y creo que vemos cómo gana confianza para abordar eso, que es como un volver a nacer muy doloroso para ella, pero al final, cuando lo denuncia públicamente, evidentemente hay mucho apoyo para ella en su sororidad», agregó.
Poots citó a recientes películas de terror protagonizadas por mujeres y que lograron mucho eco, como «Hereditary» (2018), para asegurar que «hay realmente un espacio» para cintas como «Black Christmas».
«Creo que el cine de terror, de género y de ciencia-ficción realmente ofrece una gran plataforma para las actuaciones femeninas porque ves a un personaje pasando por dificultades», expresó la actriz, quien resaltó, al mismo tiempo, que el horror en la gran pantalla también puede servir como gancho para reflexionar sobre la sociedad o la cultura contemporánea.
En el caso de «Black Christmas», Poots defendió que intentaron alcanzar el «fino equilibrio» entre una película que asuste y divierta al público pero que también haga pensar sobre la violencia machista, el sistema patriarcal y el empoderamiento femenino.
Por último, la intérprete británica resaltó la labor de Blum como productor de este proyecto.
«Tiene una profunda comprensión del amplio alcance de las cintas de género», consideró.
Y también mostró su «gran respeto» por él al haber apostado por una directora Sophia Takal para tomar las riendas de «Black Christmas».
«Tomó el riesgo de contratar a una verdaderamente fantástica directora para dar forma a esta historia», elogió.