Washington, 31 ene (EFE).-
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y la coordinadora de Naciones Unidas para la ayuda a Gaza, Sigrid Kaag, se reunieron este miércoles para analizar el envío de asistencia humanitaria al enclave palestino, asediado por Israel en su guerra contra Hamás.
La reunión tuvo lugar después de que varios países, entre ellos Estados Unidos, hayan suspendido la financiación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) por la vinculación de algunos de sus empleados con el ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre, que desató la contienda.
Al inicio del encuentro en la sede del Departamento de Estado, Blinken dijo que la ONU es «un socio esencial y vital» para que la ayuda humanitaria llegue a los habitantes de Gaza afectados por el conflicto.
Al mismo tiempo, el jefe de la diplomacia estadounidense remarcó la necesidad de «resolver las terribles acusaciones que se han planteado con respecto a parte del personal de la UNRWA».
«Es absolutamente esencial y estaremos atentos a que se haga el trabajo necesario para abordar esa situación», dijo.
Kaag, nombrada en diciembre, admitió que la suya no es una tarea fácil, pero subrayó que la comunidad internacional no puede permitirse el lujo de «fallar».
La política holandesa dijo que hay desafíos logísticos que superar a raíz del gran volumen de ayuda que se debe ingresar a la Franja, pero también exigió «condiciones seguras» para los trabajadores humanitarios y para los gazatíes.
Asimismo, explicó que se debe prevenir el desvío de la ayuda humanitaria para evitar que «caiga en manos equivocadas» y que, si esto ocurre, se actúe de manera rápida, transparente y creíble.