Quedaron convertidos en marido y mujer Francisco Javier Ramírez Martínez y Consuelo Estrada, en una ceremonia que tuvo lugar en el templo de Nuestra Señora del Rosario (La Merced).
Al pie del altar principal la novia fue entregada a su prometido, ambos ocuparon los reclinatorios que tenían destinados para ellos y con atención escucharon la misa en su honor.
Luego, el sacerdote llevó a cabo el ritual matrimonial, preguntando a Francisco Javier y Consuelo si estaban dispuestos a amarse y a respetarse como esposos, así como a recibir con amor a los hijos que Dios les mande; ellos contestaron afirmativamente las preguntas, aceptándose como marido y mujer.