Juan Carlos Loera Martínez y Denisse Martínez Valle unieron sus vidas por medio del séptimo Sacramento de la Ley de Dios.
La Catedral Basílica de Aguascalientes fue el marco ideal para la boda de los jóvenes enamorados, lugar que se vio concurrido por sus amigos y familiares.
Luego el sacerdote llevó a cabo el ritual matrimonial, durante el cual preguntó a Juan Carlos y Denisse si estaban dispuestos a amarse y respetarse como esposos, así como a recibir con amor los hijos que Dios les mande, a lo que contestaron afirmativamente, aceptándose como marido y mujer.
Postrados ante la imagen del Todopoderoso, los contrayentes recibieron la mancuerna matrimonial y más tarde la bendición nupcial.