La Paz, Bolivia.- Bolivia afronta un escenario electoral sin Evo Morales por primera vez en más de tres décadas, después de que un tribunal especializado en asuntos constitucionales ratificara la decisión del órgano electoral de inhabilitar su candidatura al Senado.
El exmandatario boliviano presentó una acción de amparo constitucional ante la determinación del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de inhabilitarle en febrero pasado por no cumplir con el requisito de radicar en el país señalado en la Constitución, tutela que fue rechazada este pasado lunes por la Sala Constitucional Segunda de La Paz.
Los detractores de Morales destacaron la decisión judicial, mientras que el exgobernante, que reside en Argentina desde diciembre pasado, la cuestionó, aunque sostuvo que la acatará.
La mandataria transitoria y candidata, Jeanine Áñez, prometió este martes en Twitter que mientras sea presidenta interina «la única manera en que Evo retornará a Bolivia es para dar la cara a la justicia por fraude, por violación de los Derechos Humanos y por abuso sexual a menores».
En la misma red social, la bancada de diputados del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, consideró que su inhabilitación es «una grave vulneración a los derechos políticos y de asilo» y aseguró que pese a la «guerra sucia desatada por la derecha y la presión ejercida a la Sala Constitucional, no podrán detener al pueblo».
TRAYECTORIA POLÍTICA
Esta será la primera vez desde 1989 en que el también líder cocalero no se presenta a unos comicios, pues ese año postuló por primera vez como diputado por la extinta Izquierda Unida (IU), sin lograr espacio en el Legislativo.
En 1993 repitió la candidatura, esta vez en representación del partido Eje de Convergencia (EJE), también sin éxito.
Morales llegó al Parlamento en 1997 como diputado de IU en representación de las provincias Carrasco y Chapare de Cochabamba, los bastiones sindicales y políticos donde forjó su liderazgo entre los cocaleros.
La primera vez que postuló a la Presidencia en 2002, ya con la sigla del MAS, quedó segundo, pero pudo acceder nuevamente al Parlamento, al que también aspiraba.
Morales venció en los comicios generales de octubre de 2005, con triunfos consecutivos en las elecciones de 2009, 2014 y 2019, aunque éstas últimas están bajo investigación penal por denuncias de fraude a su favor, tras ser anuladas.
Tras las fallidas elecciones de octubre pasado, se desató un conflicto político y social que derivó en la renuncia de Morales en noviembre, en medio de denuncias suyas de un supuesto golpe de Estado en su contra.
El MAS tiene antecedentes de insistir en tener siempre a Morales como candidato, pues buscó por todos los medios que pueda volver a postular a la Presidencia en 2014 y 2019, pese a que la Constitución boliviana que él mismo promulgó en 2009 permite solo dos mandatos consecutivos.
En ambos casos, Morales logró fallos favorables del Tribunal Constitucional para habilitarse, pese a que un referendo en 2016 le negó la posibilidad de buscar la reelección.
Ahora el MAS trató por la vía judicial lograr su candidatura a primer senador por la región central de Cochabamba, a pesar de que el órgano electoral lo había inhabilitado.
LOS PASOS RESTANTES
Las resoluciones del tribunal electoral son «irrevisables», pero cualquier persona que crea que sus derechos están siendo vulnerados puede acudir a la jurisdicción constitucional, como hizo Evo Morales, explicó a Efe el abogado constitucionalista Gonzalo Hidalgo.
Para Hidalgo, la decisión del tribunal electoral «se elaboró de una forma justa porque no cumple con el requisito mínimo establecido en la Constitución, respecto a los dos años de residencia permanente antes de las elecciones en la circunscripción correspondiente».
El experto consideró que el vocal constitucional que dirimió el caso «se apegó a la Constitución» al ratificar la inhabilitación.
Por norma, la resolución debe ir ahora al Constitucional y seguir un proceso de admisión y sorteo para su asignación a un magistrado relator, que tendrá 45 días hábiles para emitir una decisión final de confirmarla o revocarla.
«No creo que puedan revocar esta resolución, porque es una resolución justa, más allá de los argumentos políticos de un lado y otro», pero si lo hace, se crearía «un vacío terrible, porque las elecciones ya van a estar en curso y eso generaría una inseguridad al sistema jurídico boliviano», advirtió Hidalgo.
También mencionó que normalmente el Constitucional no cumple los plazos, pues hay amparos que permanecen por meses e incluso años en espera de una resolución final.
Desde el propio MAS, el presidente de la Cámara de Diputados de Bolivia, Sergio Choque, asumió que aunque se recurra al Constitucional este fallo que atribuyó a «la imposición de grupos totalmente extremistas», no resolvería antes de las elecciones, y en cualquier caso «el jefe de campaña seguirá siendo Evo Morales, no es candidato y eso no afecta al partido”.
Morales asegura que no tiene previsto ir al Constitucional y sigue dirigiendo la campaña del MAS para las elecciones del 18 de octubre desde Argentina, donde solicitó refugio tras permanecer antes en México tras dejar Bolivia en noviembre pasado.