Portland (OR), 13 sep (EFE News).- Un equipo de elite del Heróico Cuerpo de Bomberos de Guanajuato, ciudad del centro de México, y su alcalde, lleva desde esta semana poniendo el hombro para combatir los efectos del incendio que comenzó hace cuatro días en Ashland, en el sureño Condado de Jackson, en Oregón.
Guanajuato y Ashland son desde hace más de medio siglo «ciudades hermanas» y por ello no tardó en aterrizar en el aeropuerto internacional de Medford un escuadrón de elite compuesto por cinco miembros del cuerpo mexicano.
«Llegamos rápidamente con la intención de apoyar en lo que fuera necesario, y aunque no hemos podido unirnos a las brigadas que combaten la línea de fuego porque no había espacio para nosotros, nos designaron la labor de ayudar a la población afectada», dijo a Efe el sargento Jorge Luis Anguiano Jasso, uno de los integrantes del equipo de Guanajuato.
«Son 900 familias afectadas, ubicadas en las instalaciones feriales de la ciudad de Central Point, en el Condado de Jackson, que lo han perdido todo: casas, negocios y todos sus bienes, y estamos esperando 1.300 familias afectadas de Phoenix y el norte de Oregón», añadió.
Decenas de personas permanecen desaparecidas en el estado de Oregón en medio de una oleada de grandes fuegos que queman todo el oeste de EE.UU., al mismo tiempo que las autoridades ya han alertado de una posible «desgracia masiva» de pérdida de vidas humanas.
Hasta el momento, los fallecidos por los fuegos en California, Oregón y Washington, donde cientos de miles de personas han recibido la orden de evacuación, ya alcanzaba la treintena, de acuerdo cálculos preliminares oficiales.
Anguiano explicaba que en Oregon, al haberse extendido el fuego por todo el estado, el combate a los incendios estaban dirigidos por las brigadas de bomberos estatales, no locales, lo que limitaba su participación.
«El aire es asfixiante», dijo el mexicano. «Es una situación muy complicada de controlar, ya que hay poca visibilidad y nos preocupa la población que no respira con mascaras, ya que pueden tener dificultades», agregó.
Aunque es triste ver a las familias «absolutamente devastadas», el mexicano rescató que muchas de ellas tuvieron tiempo de desalojar sus casas, «por lo que afortunadamente no hay personas heridas».
«El lugar donde estamos ayudando tiene todo lo necesario, instalaciones bien preparadas, unidad de apoyo emocional, duchas. Pero las familias están desoladas», explicó.
Anguiano dijo que, a pesar de la actual crispación social en EE.UU y en especial con los inmigrantes latinos, ellos han sido acogidos con mucho cariño por toda la población, y aunque no hubiera sido el caso igual siempre están dispuestos a ayudar a sus hermanos, compatriotas y ciudadanos americanos.
El alcalde de Guanajuato, Alejandro Navarro Saldaña, explicó a Efe que cuando supieron del fuego en la ciudad hermana estadounidense salieron de inmediato y no duda que hubieran mandado ayuda desde Ashland con la misma diligencia si hubiera sido una situación inversa.
El condado de Jackson cuenta con 10 % de población latina.
El equipo mexicano tiene previsto volver a su país el próximo lunes, ya que al no poder actuar en las líneas de fuego han visto que hay ya demasiadas manos ayudando a la población.