Berlín, 19 ene (EFE).- El alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, aseguró este domingo que los 28 deben estar «preparados» para apoyar en la «implementación» del acuerdo al que se podría llegar este domingo sobre el conflicto en Libia, particularmente en el alto el fuego y el embargo de armas.
Borrell hizo estas declaraciones en Berlín, poco antes del inicio de la conferencia internacional sobre Libia en la que participan los líderes de las dos partes, el Gobierno respaldado por la ONU y el ejército rebelde, y sus apoyos internacionales, con presencia de Rusia, Turquía, Francia, Egipto, Italia y Estados Unidos, entre otros.
«Creo que los europeos deberían implicarse fuertemente», aseguró el político español, que reclamó «unidad» de acción a los socios comunitarios, tras reconocer que distintos países están respaldando a facciones opuestas, y recordó los cambios que se están produciendo en el escenario regional.
El representante europeo advirtió que «hace seis meses los turcos y los rusos no eran relevantes en el Mediterráneo central», en referencia a Libia, «y ahora lo son».
«Creo que los europeos deben tener una voz importante en el Mediterráneo central. Si no la tenemos allí, ¿entonces dónde?», se preguntó el jefe de la diplomacia comunitaria.
A su juicio, los intentos anteriores no prosperaron por falta de supervisión y apoyo en el proceso de implementación de los acuerdos, por lo que urgió a los socios comunitarios a que asuman este papel que repercute en su propio interés, porque Libia está en el vecindario sur europeo.
Borrell agregó que en esta conferencia están todos los «actores relevantes» y que hay una cierta «sensación de urgencia» para alcanzar un acuerdo porque el conflicto se ha intensificado y la presencia internacional ha aumentado en las últimas semanas.
La Unión Europea (UE) está interesada en estabilizar el país porque una escalada en el conflicto podría afectar a la región norteafricana y porque el caos podría favorecer a los traficantes de personas que utilizan Libia para llevar migrantes africanos a Europa, argumentó.
Borrell acude a la conferencia junto a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y a una nutrida representación internacional, pues muchas potencias mantienen intereses -principalmente económicos- en Libia, además de los líderes de las dos principales facciones en conflicto.
De un lado está el jefe del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) de Libia reconocido por la ONU, Fayed al Serraj, que cuenta con apoyo turco y catarí; y de otro lado, el jefe del Ejército Nacional Libio (LNA), Jalifa Hafter, respaldado por Rusia.
En la reunión participan también los presidentes de Rusia, Turquía, Egipto y Francia, Vladímir Putin, Recep Tayyip Erdogan, Abdelfatah Al Sisi y Emmanuel Macron; los primeros ministros de Italia y Reino Unido, Giussepe Conte y Boris Johnson; la canciller alemana, Angela Merkel, y el secretario general de la ONU, António Guterres, con su representante especial para Libia, Ghassan Salameh.
La conferencia de Berlín busca que las partes se comprometan a respetar el alto el fuego recientemente acordado y a que se cumpla efectivamente el embargo de armas por todos los actores implicados, incluidos los internacionales.
El Gobierno alemán ha avanzado que la crisis del país norteafricano no se puede resolver en un día y que, en el mejor de los casos, esta cita servirá para iniciar un proceso de diálogo político interno en Libia que lleve a la paz.