Las autoridades brasileñas confirmaron este sábado que las lluvias y desbordamientos de los ríos en el sur del país han causado al menos 56 fallecidos y un total de 74 desaparecidos.
Otros 7 fallecimientos registrados en las zonas afectadas por las inundaciones podrían agregarse a la lista de víctimas, pero las autoridades todavía investigan si la causa de estas muertes está relacionada a las lluvias, según informó Defensa Civil.
El estado más afectado es Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, donde hay 55 muertos confirmados, mientras que en el vecino estado de Santa Catarina se ha registrado un fallecimiento.
Un total de 82.566 personas han tenido que abandonar sus casas en Rio Grande do Sul, de los cuales 13.324 permanecen en albergues públicos.
El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, dijo en una rueda de prensa que “la lluvia ha comenzado a dar una tregua”, pero anticipó que la región enfrentará dificultades durante varios días, hasta que los ríos vuelvan a su cauce, y después, requerirá de ayuda económica para recuperarse.
“Rio Grande do Sul va a necesitar un plan Marshall de recuperación”, dijo Leite en una intervención al lado del ministro de Comunicación Social, Paulo Pimenta.
El ministro dijo que este domingo será “un día decisivo para los rescates” de las personas que están aisladas y para entender la evolución de la crisis, que comenzó el pasado lunes con un volumen de precipitaciones inusualmente alto, que elevó el nivel de numerosos ríos en la región.
Las zonas más críticas en estos momentos se registran en las localidades de Canoas, Eldorado y en la región metropolitana de Porto Alegre, la capital regional, donde el río Guaíba llegó a cotas históricas y causó inundaciones en varios barrios.
Porto Alegre, ciudad de 1,3 millones de habitantes, se encuentra aislada del resto del país tanto por carretera como por avión, puesto que el aeropuerto internacional suspendió sus operaciones en la noche del viernes y permanece cerrado.
Las inundaciones no han sido mayores en la capital regional porque se han cerrado unas compuertas de cinco metros de altura construidas en la zona portuaria y que son activadas en ocasiones de grandes crecidas del Guaíba, que suceden muy raramente.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, viajará este domingo a Porto Alegre por segunda vez desde que comenzó la crisis, después del viaje que realizó el jueves pasado, para supervisar las tareas de rescate y distribución de ayuda.
El sur de Brasil ha sufrido en el último año una serie de eventos climáticos extremos asociados al fenómeno de El Niño, que provoca un aumento de las precipitaciones en esta parte del país.