Las autoridades sanitarias brasileñas informaron este miércoles del fallecimiento de un voluntario que participaba en los ensayos de la vacuna contra la covid-19 de la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, aunque no especificaron de qué forma, ni si recibió la dosis o un placebo.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), vinculada al Ministerio de Salud de Brasil, señaló en una nota que fue «formalmente informada» del suceso el pasado lunes y que seguirá su «evaluación».
«Con base en los compromisos de confidencialidad ética previstos en el protocolo, las agencias reguladoras implicadas reciben datos parciales referentes a la investigación» realizada por el Comité Internacional de Evaluación y Seguridad, indicó el órgano.
El presidente de Anvisa, Antonio Barra, dijo en una rueda de prensa que «en este momento» los ensayos clínicos de la vacuna británica «continúan» en el país.
La vacuna de Oxford es uno de los inmunizantes contra el nuevo coronavirus que se está probando en Brasil, donde la pandemia ya deja cerca de 155.000 fallecidos y 5,3 millones de infectados, lo que sitúa al país como uno de los más castigados del mundo por la enfermedad.
Los ensayos clínicos de la potencial vacuna británica comenzaron en Brasil en junio con la idea de que participaran unas 10.000 personas y solo sufrieron una pequeña interrupción en septiembre, cuando se informó de una reacción adversa de un voluntario.
La Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp), que coordina los test de la vacuna en el país, que está en la última fase de pruebas y es una de las más prometedoras, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no se ha manifestado sobre el fallecimiento del voluntario, sobre el que oficialmente no se sabe ningún detalle.
«Anvisa reitera que, según los reglamentos nacionales e internacionales de la Buenas Prácticas Clínicas, los datos sobre voluntarios de pesquisas clínicas deben ser mantenidos en secreto, en conformidad con los principios de confidencialidad, dignidad humana y protección de los participantes», subrayó.
Por su dimensión continental y la alta incidencia del virus dentro del territorio nacional, Brasil se ha convertido en tierra fértil para los ensayos de las vacunas candidatas contra la covid-19.
En el país también se experimentan las vacunas que desarrollan los laboratorios Johnson & Johnson y el consorcio formado por BioNTech (Alemania) y Wyeth/Pfizer (Estados Unidos), así como la fabricada por la compañía china Sinovac.
Por otro lado, los estados brasileños de Bahía (nordeste) y Paraná (sur) han manifestado su disposición para probar entre sus habitantes la Sputnik V rusa, a falta del aval de las autoridades sanitarias federales.