México 22 ene (EFE).- El entrenador de los Bravos de Juárez, el argentino Gabriel Caballero, aseveró este miércoles que el equipo vive momentos de incertidumbre por el caso del jugador argentino Gabriel Hachen, suspendido un año por golpear a un árbitro.
Hachen era delantero de los Bravos, sin embargo, en un partido de pretemporada ante Chihuahua, equipo de tercera división, golpeó al silbante al estar en contra de una decisión.
Por tal motivo, el 15 de enero, la Federación Mexicana de Fútbol lo suspendió un año de toda competencia en sus ligas.
«En planes siempre estuvo, era un jugador que consideraba importante en el equipo, pero pasa que no sabemos lo que sucederá con su situación, así que habrá que analizar qué es lo mejor para él y el equipo».
Hachen decidió contratar a sus propios abogados sin consultarlo con Juárez para apelar el castigo en la búsqueda de que la sanción se reduzca. El técnico reconoció que es una situación personal.
«Es una decisión individual, Hachen quiere hacerlo por medio de esa vía y está bien, no es que el equipo no lo apoye, se hace lo que está en las manos, pero hasta ahora desconozco los arreglos a los que hayan llegado», señaló.
Hachen, de 29 años, nació en Rosario, Argentina. Debutó en Newell’s Old Boys y en 2014 pasó a México para jugar en la liga de Ascenso con Atlante y Dorados. En 2018 se integró a las filas de los Bravos con los que subió a Primera División y hoy en día se encuentra en zozobra por no jugar.
Gabriel Caballero recordó que el choque con el silbante en el partido amistoso fue un error de parte del jugador, sin embargo, también reconoce que el castigo es desde su punto de vista, exagerado.
«Fue un altercado, es innegable que se trató de un momento de calentura en el reclamo, se le fue de las manos a Hachen siendo un error a todas luces, pero también la sanción fue demasiado drástica por lo sucedido, no es lo ideal en un campo de fútbol, así que no queda más que acatar la resolución», indicó.
En relación a lo futbolístico, Gabriel Caballero mantiene la esperanza de que el trabajo realizado pronto brindará dividendos. Juárez arrancó el Clausura con derrota ante Chivas y luego un empate con Pumas, mientras que perdió el duelo de ida de octavos de final de la Copa ante Gallos.
«Hemos tenido control de los partidos, incluso por lapsos el marcador a favor, sin embargo, no hemos podido mantener el pulso y se nos acaba el aire, entonces no han venido los resultados positivos. De cualquier forma, el empate a 4 goles con Pumas nos da la idea de que vamos por buen camino», concluyó.