Vaya polémica la que se desató el domingo en la entrega de los premios Oscar, algo sucedió que tendrá repercusiones durante mucho, mucho tiempo, porque lo que se vio en pantalla nadie se lo esperaba, y menos en la gala de las estatuillas doradas.
Un chiste de muy mal gusto desató la ira del actor Will Smith, quien en un arrebato se levantó para ir a golpear al presentador de los premios porque ofendió a su mujer que sufre de alopecia, lo que desató todo tipo de reacciones: sorpresa, indignación, susto, gusto, pero nadie fue indiferente a la acción.
Sin caer en lo que está bien y lo que está mal, pues eso sólo cabe en la conciencia personal, lo cierto es que lo que hizo el actor, que minutos más tarde ganó su primer Oscar como Mejor Actor, fue una acción totalmente inesperada, ya que no hizo lo que “políticamente” era correcto, como reclamarle en privado al “chistoso”, aunque reaccionó como la mayoría lo hubiera hecho, o como por lo menos hubiera querido hacer.
Ya lo dijo el actor al recibir la estatuilla, que se disculpó con los presentes, con los organizadores y con la audiencia televisiva, pero no se retractó de su acción, pues creemos que cualquier persona que se siente agredida hace lo que él, aunque la violencia de ninguna manera puede ser normalizada.
Pero esto no es nuevo, pues recordemos que en el pasado llegaron a desarrollarse los “duelos de honor”, que eran para “lavar” un insulto y contrario a lo que se piensa, el objetivo no era matar al rival, sino restaurar el honor propio y la manera de conseguirlo era poner en juego la propia vida para defenderlo. Todo se traduce en que defender el honor puede significar la muerte.
Esta vez la sangre no llegó al río, afortunadamente, pero también ya basta de normalizar la violencia, tanto la física como la verbal y las demás, pues aunque mucho se habla ahora de la “generación de cristal”, nadie en su sano juicio permitiría que otra persona se burle de un ser querido.
Muchas lecciones se desprenden de lo que sucedió, ya que no es posible que alguien, por querer hacerse el gracioso, ofenda, lastime y humille a una persona ante millones de personas, pues este evento es uno de los más esperados del año y también es el primer show que se celebra en el marco de una pandemia y que durante dos años perdió su glamour.
Además, el mal chiste hacía referencia al aspecto físico de una mujer, así como de un padecimiento, pero así hubiera sido una ofensa a un varón, no era lo correcto.
Cabe destacar que en sus redes sociales, ayer Will Smith ofreció disculpas al agredido, pero a pesar de ello, el incidente será investigado por las autoridades, aunque el desatinado momento quedará grabado en la mente de quienes lo vieron y ojalá sirva de lección para todos.