México, 4 may (EFE).- La Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México ha detectado un descenso en las denuncias por violencia machista durante la cuarentena por el COVID-19 y ve con «preocupación» que las mujeres no se atrevan a denunciar a sus agresores por verse encerradas con ellos durante la contingencia.
«No tenemos una situación de incremento, sí tenemos casos que se están atendiendo pero no hay todavía un incremento respecto el mismo período del año pasado», explicó este lunes a Efe en entrevista telefónica Nelly Montealegre, coordinadora general de Investigación de Delitos de Género de la fiscalía capitalina.
A raíz de la vulnerabilidad de las mujeres durante el confinamiento, la institución estableció reuniones semanales encabezadas por la fiscal general, Ernestina Godoy, para recabar datos sobre delitos de género, pero hasta el momento ha detectado una reducción del 30 % de casos.
Entre el 23 de marzo y el 21 de abril, abrió 2.020 carpetas de investigación por delitos contra las mujeres, 141 menos que durante el mismo período del año anterior, cuando fueron 2.161 carpetas.
Paralelamente, los centros de atención a víctimas de la capital, donde las mujeres pueden alertar de su situación sin tener que tramitar una denuncia, abrieron 2.073 expedientes durante este período respecto a los 2.693 del mismo período de 2019.
«Nos preocupaba saber si los casos que nos llegaban tenían un nivel de violencia más alto. Tenemos un tamizaje sobre el nivel de riesgo y no nos indica tampoco un incremento de la violencia», añadió Montealegre.
ABREN NUEVAS OPCIONES PARA DENUNCIAR
La Fiscalía de la capital mexicana no descarta que el descenso en las denuncias se deba a que las mujeres tienen más dificultades para denunciar en un contexto de confinamiento por COVID-19, que lleva 23.471 casos y 2.154 fallecidos en el país.
«La gran expectativa de muchas mujeres es ¿si denuncio qué hago? ¿A dónde me voy a ir si tenemos que estar resguardadas?», explicó la también subprocuradora de Atención a Víctimas.
Por eso el gran reto de la fiscalía es hacer llegar a las mujeres el mensaje de que hay mecanismos para protegerlas y que pierdan el miedo a denunciar: «Decirles que sí hay refugios para su cuidado y protección. No tienen que quedarse aisladas con el agresor ante la contingencia», explicó.
En ese sentido, se han abierto vías de asesoramiento por WhatsApp y desde el 19 de abril se ha habilitado un sistema para denunciar delitos de género en línea, un nuevo mecanismo que ya ha registrado 23 demandas.
«Que no tengan miedo a mandarnos un WhatsApp o asesorarse. Nosotros vamos por ellas. Hemos ido por varias de ellas a sus domicilios», subrayó la funcionaria.
CORTAR LAS FILTRACIONES
La Fiscalía capitalina, nacida el pasado enero de la antigua Procuraduría General de Justicia, se ha propuesto erradicar prácticas irregulares que caracterizaron al anterior organismo.
En materia de delitos de género, organizaciones sociales denunciaron en muchas ocasiones las filtraciones en medios de comunicación de datos o incluso fotografías de las víctimas.
«Es muy importante la difusión de los casos (de feminicidios) para que la sociedad no los tolere, pero la responsabilidad de la institución en el manejo de esta información debe ser impecable», dijo Montealegre.
El pasado febrero, el asesinato de la joven Ingrid Escamilla en manos de su pareja y la publicación de fotografías de su cadáver en algunos periódicos desató una enorme ola de indignación en Ciudad de México.
Por ello, la fiscalía capitalina presentó «una iniciativa para sancionar a los servidores públicos que filtren este tipo de información», explicó Montealegre, quien añadió: «Somos los servidores públicos quienes tenemos estos datos y la obligación de reservar esta información».
En los últimos dos años se han encadenado protestas masivas en Ciudad de México por los feminicidios en el país – más de 1.000 el año pasado – y por denuncias de ataques sexuales perpetrados por policías capitalinos.
«Tenemos una sociedad civil muy comprometida, organizada y ocupada en hacer propuestas», dijo la subprocuradora, quien aseguró que la nueva fiscalía capitalina cada vez se acerca más a las organizaciones sociales, aunque «todavía falta mucho camino».
En esta línea, la institución saldó una demanda histórica este año al crear la fiscalía especializada en feminicidios, un cargo que ocupa Sayuri Herrera, abogada del mediático caso de Lesvy, una joven estrangulada por su novio en una universidad en 2017.