Bogotá, 9 may (EFE).- El sector cafetero de Latinoamérica, origen de la mayor producción del mundo, soporta la embestida del coronavirus con dificultades para la recolección por escasez de mano de obra pero en una situación positiva debido al aumento del consumo del café en el hogar, que ha mejorado los precios del producto, entre otros factores.
El presidente del Conselho dos Exportadores de Café do Brasil (Cecafé), Nelson Carvalhaes, manifestó a Efe que el sector se encuentra en una situación positiva «debido a la reducción de los inventarios en el mercado mundial y al aumento del consumo en el hogar, incluso durante este período de pandemia, que contribuyó a una mejora de los precios».
«Por el momento, las exportaciones brasileñas de café al mundo ocurren normalmente. La expectativa para los próximos meses es continuar con un ritmo positivo de exportaciones», destacó.
En otros países, sin embargo, como Honduras, el COVID-19 afectó la recolección del 10 % de la producción de café en las zonas más altas del país, el de mejor calidad, reconoció a Efe el secretario ejecutivo del Consejo Nacional del Café de ese país, Omar Funez.
Mientras que en Colombia el impacto «ha sido más por escasez de mano de obra», que «se temía» podría reflejarse «ahora que la cosecha a mediados de año se empieza a recoger», dijo a Efe el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros colombiana (FNC), Roberto Vélez Vallejo.
LOS PRECIOS Y LA DEVALUACIÓN
El precio del café en todos los países productores varía de acuerdo a los diferenciales en relación al precio de bolsa. No obstante, se tiene que los precios en el parqué neoyorquino avanzaron en promedio mensual de los 91,6 centavos de dólar por libra de abril de 2019 a 1,13 dólares del mismo mes de 2020. En diciembre pasado se alcanzó el valor de 1,29 dólares por libra.
El gerente de Mercadeo e Innovación en Expocafé, Alejandro Lozano, consideró en declaraciones a Efe en Colombia que «la devaluación siempre será la mejor amiga de las exportaciones y es una oportunidad a capitalizar».
«A pesar de la mejora en los precios internos vía devaluación y el repunte de la cotización del café arábico en la Bolsa de Nueva York, el efecto precio se ve afectado por la disminución en la producción y por el efecto adverso dado el encarecimiento de los fertilizantes importados», analizó.
Vélez resaltó que «Colombia se ha beneficiado de una devaluación del peso», pero también de «un incremento del diferencial o la prima que se paga por el café colombiano en el mercado internacional, que hoy en día está por los lados de cincuenta centavos de dólar».
«En relación con otros productos básicos, el mercado del café se encuentra en una situación más favorable. Lo que mantiene los precios aplicados por la Bolsa de Nueva York positivos para el sector», afirmó Carvalhaes.
Funez, por su parte, dijo que en su país «la tasa de cambio entre el lempira y el dólar se ha mantenido estable, así que no ha tenido algún efecto en el mercado de café», aunque con los precios actuales están llegando «al punto de equilibrio».
EL CAFÉ, «UN GRAN COMPAÑERO EN TIEMPOS DE CRISIS»
Carvalhaes destacó que con bajas tasas de interés y el crédito existente para el productor de Brasil, país que posee casi el 40 % del mercado mundial del café, los cultivos y la estructura comercial continuarán «funcionando correctamente, contribuyendo a mantener el ritmo de las exportaciones».
«El café siempre ha sido un gran compañero en tiempos de crisis y tal vez se afecte menos que otros productos básicos», agregó.
Roberto Vélez se mostró «muy optimista» con un escenario de producción en Colombia de 14 millones de sacos, ya que con estos niveles de precios «la cosecha cafetera pasará de 7,2 billones de pesos (unos 1.800 millones de dólares) de 2019 a más de 9 billones de pesos en 2020 (unos 2.200 millones de dólares), casi un 30 % más de ingresos en manos del sector cafetero».
«Somos el sector más privilegiado hoy en Colombia, mientras todo el mundo está sufriendo el cafetero por lo menos tiene hoy un negocio rentable», reconoció a Efe.
UN CAFÉ FUERA DE CASA
El mercado de cafés especiales, según Nelson Carvalhaes, «indudablemente sentirá el impacto de la reducción de la demanda», y en términos generales «todavía es muy temprano para cualquier proyección, debido a las incertidumbres que nos trae la pandemia, pero todo indica que serán meses difíciles».
El hondureño Funez señaló que el COVID-19 «afectará la demanda del aromático en los países consumidores y a nivel nacional; los canales de distribución y segmentos de mercado de mayor participación para los distintos tipos de café cambiarán, ya que la mayoría de las cafeterías están cerradas».
«Tradicionalmente el consumo de café se hace dos tercios en la casa y un tercio por fuera de la casa, ese tercio ha estado básicamente muerto durante todo este tiempo (.) los cafés especiales han tenido mucho más mercado en el segmento de fuera de la casa, ahí va a haber una afectación no sabemos de qué tamaño», concluyó el colombiano Roberto Vélez Vallejo.
Daniel Salazar Castellanos