La Paz, 30 dic (EFE).- Los panoramas en las sedes diplomáticas de México y España en La Paz eran distintos este lunes, con una vigilia de activistas en la primera y la tranquilidad en la segunda, tras la decisión del Gobierno interino de Bolivia de declarar «personas no gratas» a diplomáticos de ambos países.
El ambiente en las cercanías de la embajada y la residencia españolas en La Paz era tranquilo esta tarde, sin manifestantes ni protestas de ningún tipo.
En las puertas de la embajada se lee un aviso informando a la gente que por este lunes esa instancia «permanecerá cerrada» sin dar mayores detalles al respecto.
La situación era distinta cerca de la residencia de la embajadora de México, María Teresa Mercado, situada en un barrio cerrado en la zona Sur de La Paz, donde desde el pasado viernes se mantiene una vigilia de personas que buscan evitar la fuga de exfuncionarios del Gobierno de Evo Morales asilados en el lugar.
«Bolivia no es colonia, Bolivia se respeta», gritaban al unísono una veintena de personas mostrando la bandera boliviana.
El Ejecutivo de la presidenta interina, Jeanine Áñez, dio este lunes 72 horas para dejar el país a Mercado; a la encargada de Negocios de la Embajada de España, Cristina Borreguero; al cónsul español, Álvaro Fernández, y a otros funcionarios acusándolos de lesionar la soberanía boliviana.
El detonante fue la visita de los diplomáticos españoles acompañados de individuos «encapuchados» y «presumiblemente armados» a Mercado en su residencia en La Paz el pasado viernes.
En la residencia mexicana se encuentran asiladas alrededor de una decena de exfuncionarios de la Administración de Evo Morales, varios de ellas acusadas por el Gobierno de Áñez por delitos como terrorismo.
«Nosotros queremos que devuelvan a esos delincuentes que están adentro para que vayan presos (…) han hecho mucho daño a nuestro país», declaró a Efe Sandra López, una de las activistas.
«Nos ha molestado que personas atenidas a su condición diplomática quieran atropellarnos y quieran pasar sobre las leyes bolivianas, nosotros tenemos soberanía y se respeta», puntualizó Gustavo Aramayo, otro de los vecinos en la vigilia.
Las personas que permanecen en el lugar están de acuerdo con la decisión de Áñez y esperan que se cumplan esas determinaciones.
Tras la determinación del Ejecutivo boliviano, el Gobierno español respondió con la expulsión de tres diplomáticos bolivianos, mientras que el de México ya tramita el retorno de Mercado a ese país.