México.- La Temporada Grande de toros en la Ciudad a de México llega este domingo a su cuarta corrida, en la que el español Ginés Marín y los mexicanos Diego Silveti y Juan Pablo Sánchez serán los componentes de la terna.
Se lidiarán reses del hierro De La Mora en sustitución de las de Villa Carmela, anunciadas inicialmente y que en la mañana del viernes se decidió, por parte de la administración de la Plaza México, que fuesen reemplazadas. Se iniciará el paseíllo a las 16.30 hora local (22.30 GMT).
Tras el mal resultado de los toros lidiados hasta ahora, el cambio de hierro suscita inquietud entre los aficionados.
La administración de la Plaza México emitió un comunicado aduciendo la lesión de dos astados.
"Debido a que dos de los toros se han inutilizado al bajar a los corrales de La México", reza el texto de Tauro Plaza México, empresa gestora del ruedo de la capital mexicana.
Llama la atención el hecho de reemplazar el encierro completo, a pesar de tratarse de dos los animales dañados en el percance. Si llamativa es la sustitución también lo es el hierro asignado para esta.
La ganadería de Fernando de la Mora llevan unos años jugando un papel secundario en La Plaza México. Los escándalos acumulados por la divisa, debido a la muy pobre presentación de sus toros y la mansedumbre de los mismos, en temporadas previas a que la actual gerencia tomase el mando de La México, provocó su ostracismo casi absoluto en tardes de relumbrón.
La temporada pasada mandó De la Mora un encierro tan pasado de kilos como falto de bravura. Ha sido durante muchos años una ganadería del gusto de las figuras, pero ciertamente no es su mejor momento.
Curiosamente, en la corrida inaugural de esta Temporada Grande salió para el rejoneo un magnífico toro de Fernando de la Mora por su bravura y desplazamiento, veremos si fue un síntoma o un espejismo.
En cuanto a los matadores que mañana harán el paseíllo, se trata de tres habituales en La México. El español Ginés Marín de nuevo está programado en este ciclo. El domingo volverá a tener una oportunidad de realizar algo relevante.
Hasta ahora sus comparecencias en La México brillan por lo anodino. De su reciente temporada española destacó los dos toros de puerta grande que desperdició en Madrid, en plena feria de San Isidro, dos reses de Garcigrande. Una plana en líneas generales.
Marín reclamó esta semana "más bravura" al ganado mexicano, declaración que tras el cambio de última hora y el hierro elegido seguro genera comentarios ya entre los aficionados mexicanos.
Junto a Ginés Marín están Diego Silveti y Juan Pablo Sánchez. Los dos matadores parecen acomodados en el escalafón mexicano y son habituales de los carteles de las principales ferias sin necesidad de mostrar ambición.
Pero con grandes matices entre ambos. Mientras Silveti acarrea todos los defectos del torero mexicano moderno, Juan Pablo Sánchez es uno de los espadas más puro.
Muchas veces sus faenas fijas, sin aprovechar el viaje del toro, pasan desapercibidas entre los tendidos que sí dedican olés a las series despegadas y a la carrera de otros como el propio Diego Silveti.
Veremos mañana si surge la bravura y pone a prueba los toreros, al juez y a la afición.