Tras pronunciarse a favor del rescate del transporte público urbano, la Canaco señaló que vale la pena ajustar la tarifa dos pesos, si con ello se va a garantizar un servicio de calidad y decente, porque Aguascalientes no merece un servicio deficiente ni camiones “cochinos”.
Sin embargo, el aumento a la tarifa tendrá su costo político, el cual deberá asumirse porque el servicio tiene que ser redituable, ya que los empresarios no pueden ser almas de la caridad y la operación del transporte público a fin de cuentas tiene que ser negocio, para ello se requieren tarifas adecuadas a la realidad, y no se puede seguir fingiendo que en Aguascalientes el servicio vale menos, consideró el presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (Canaco), Humberto Martínez Guerra.
Afirmó que previo al esquema YoVoy, Aguascalientes arrastraba un rezago en el servicio de más de 40 años, sin embargo, es tiempo de erradicarlo por completo con más camiones, nuevas rutas y todo lo necesario que repercuta en un mejor servicio para todos.
Mencionó que en la medida que Aguascalientes pueda contar con un buen servicio, podrá aspirarse al fenómeno que ocurre en países de primer mundo, donde el transporte público es tan eficiente que los vehículos particulares sólo se usan para salir de paseo los fines de semana.
Sin embargo, para contar con mejor servicio es necesario incrementar las tarifas, de lo contrario no podrá con un mejor transporte público, pues en las condiciones en que actualmente opera dejó de ser negocio, y empresa que no deja utilidad deja de ser negocio.
La situación empeoró a raíz de la pandemia, ya que al caer la demanda del servicio del transporte público urbano los ingresos cayeron, al grado de tener que recurrir a la venta de unidades para sacar a flote al resto de las unidades, las cuales requieren mantenimiento, pero hay concesionarios que ya no cuentan con los recursos ni siquiera para pagar las refacciones y el diésel.
Por ello, es necesario aumentar la tarifa, consideró el presidente de la Canaco al urgir la generación de un círculo virtuoso en el que la nueva tarifa permita contar con un mejor servicio, que a su vez garantice condiciones de trabajo dignas y decentes para los choferes, quienes puedan arribar a las terminales.