México, 30 ago (EFE).- El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, negó este viernes que la Guardia Nacional -un cuerpo de seguridad impulsado por el Ejecutivo- haya violado los derechos humanos en sus tareas de control migratorio.
«La Guardia Nacional ha actuado, yo diría, de manera muy, muy clara, muy respetuosa de la ley. No tengo incidentes que lamentar o conocimiento de incidentes que lamentar en contra de derechos humanos de manera grave por parte de la Guardia Nacional», dijo ante los medios.
Y agregó: «esto lo sé, porque yo mismo le hablé al presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para preguntarle».
La respuesta de Ebrard viene luego de que algunas organizaciones hayan expuesto algunas quejas en los últimos meses sobre el comportamiento de elementos de la Guardia Nacional en los albergues migratorios y en su tareas de vigilancia y seguridad.
Reconoció que «hay tres casos» en los que se ha señalado el mal comportamiento de la Guardia.
«Una, porque se acercó a una casa de migrantes; otra, por otra cosa similar; y la otra, que porque estaba la Guardia Nacional entrando a Tapachula, a la Estación siglo XXI», recordó.
A pesar de ello, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) zanjó la polémica indicando que «la Guardia Nacional lo que ha hecho es guardar el orden y ya».
«Pero que haya violado derechos humanos no, no tenemos referencia», aseguró.
«Seamos objetivos, la Guardia Nacional ha actuado con suma responsabilidad y eficacia, y lo único que está haciendo la Guardia Nacional es que se cumpla la ley mexicana. Y en ello, no han violado los derechos humanos de personas», insistió.
Y recordó que México tiene un convenio con la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU «para que la formación de la Guardia Nacional tenga los mismos estándares que las Fuerzas de Paz de la ONU».
Sobre la política migratoria de México, destacó que «la inversión de México en Centroamérica -de unos 90 millones de dólares- nos ha dado mucha autoridad moral y política».
Desde finales de 2018, miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, empezaron a llegar a México buscando cruzar hasta Estados Unidos.
Sin embargo, a inicios de junio, ambos países llegaron a un acuerdo migratorio que evitó que Estados Unidos impusiera aranceles a todos los productos provenientes de México.
A raíz de ello, México envió a las fronteras norte y sur a la Guardia Nacional y se contrató a más personal migratorio.
A inicios de agosto, el Gobierno de Estados Unidos informó que las detenciones de indocumentados en la frontera con México cayeron cerca del 45 % tras dicho acuerdo.
El día 10 de septiembre, Estados Unidos evaluará la situación migratoria de México. Sobre si podría volver la amenaza de imponer aranceles, Ebrard respondió que no ve «una amenaza de tarifas».
«Pero bueno, sabremos el día 10, no puedo yo hablar a nombre de ellos; pero hasta el día de hoy no veo ese riesgo», zanjó.