Vaya confusión la que se ha vivido en los últimos días con el mentado secuestro masivo en un centro de rehabilitación de Rincón de Romos, cosa que supuestamente nunca ocurrió.
Que sí, que no, que nada más poquito, y aunque la verdad que maneja el fiscal de Aguascalientes es que no se trató de un plagio, sino de una ausencia voluntaria, cuestión que las autoridades deberán confirmar.
El problema no es si fue secuestro o no, sino que este tipo de situaciones sólo vienen a desequilibrar la ‘paz’ que vive Aguascalientes, tan azotada por la violencia de los últimos años, y hacen que la sociedad se inquiete porque ocurren aquí hechos que antes no se veían. Pero esto es un decir, antes no se veían tantos crímenes y ejecuciones, y lamentablemente ahora parecen ser el pan de cada día, aunque la violencia siempre ha existido, no había sido tan grave como ahora y no somos ajenos a ella.
Como caldos de cultivo de problemas son los anexos que no pocas veces se ven inmiscuidos en situaciones que no terminan bien, pues no olvidemos que ahí se han registrado suicidios y hasta homicidios, y ahora uno fue el escenario de esta confusa situación.
Además, ya parece disco rayado, pero lo que pasa en los Estados vecinos, principalmente en Zacatecas, claro que afecta en el ánimo de la población aguascalentense, pues el saber que todos los días los criminales exhiben sus matanzas a cualquiera pone de nervios.
La víspera, por ejemplo, se daba cuenta de que no menos de una decena de hombres fueron colgados, como trofeo de los delincuentes y para terror de la población que ya tiene miedo de salir y encontrarse con este tipo de escenas, y si no se pone particular atención, al rato eso ocurrirá aquí.
Regresando al tema central, el falso secuestro puso en tela de juicio la capacidad de nuestras autoridades que cada vez que pueden dicen que está todo bajo control, sin embargo fue una nota que le dio la vuelta al mundo y que fue replicada a nivel nacional por todos los medios posibles.
Aguascalientes, donde todo está bajo control, donde nunca ocurre nada, habría sido escenario de un secuestro masivo y las víctimas serían jóvenes inocentes, cuyo único pecado fue haber caído en el mundo de las drogas, por lo que habrían sido arrancados del seno familiar para formar parte del crimen organizado.
La historia por sí sola conmovía, pero las declaraciones del fiscal terminaron con esta fantástica narración, para bien de todos los involucrados que afortunadamente tienen un aparente final feliz, pues están vivitos y coleando.
Por lo pronto Aguascalientes ya hizo el ridículo a nivel nacional, lo bueno de este caso es que las personas involucradas siguen con vida y no vienen a engrosar la lista fatal de los que pierden la vida en esta vorágine de violencia sin razón.