Por Erick Cortés.- En un informe que fue publicado hace unos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una advertencia sobre el rápido crecimiento de los casos de cáncer en todo el mundo.
El informe, realizado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la OMS, detalló que en el 2022 se registraron 20 millones de casos nuevos y se espera que la cifra aumente a más de 35 millones en los próximos años y que alcance un aumento del 77% en los diagnósticos para el año 2050.
Los datos analizados incluyen a 185 países y 36 tipos diferentes de cáncer, siendo el de pulmón el más común y el más mortífero, seguido por el cáncer de mama, el colorrectal, de próstata y de estómago.
Los datos también revelaron una relación entre la mortalidad por cáncer y la calidad de vida que ofrecen los países. Por ejemplo, la tasa de mortalidad por cáncer de mama fue de una muerte por cada 71 casos detectados en los países desarrollados, mientras que en países en vías de desarrollo una de cada 48 mujeres diagnosticadas pierde la vida.
Estas cifras evidencian una brecha en el acceso a la salud a nivel mundial, pues existe un desigual acceso a los servicios oncológicos, como la radiación y los trasplantes de células madre, tratamientos que, en algunos países son poco accesibles o no existen.
Al respecto, se pronunció el doctor Cary Adams, director de la Unión para el Control Internacional de Cáncer: “El lugar donde vive alguien no debe determinar si vive o no. Existen herramientas para permitir a los gobiernos priorizar la atención del cáncer y garantizar que todos tengan acceso a servicios asequibles y de calidad. Esto no es una cuestión de recursos, sino una cuestión de voluntad política”, dijo.
Las causas
Los investigadores han identificado factores determinantes en el aumento de los casos de cáncer, como la mala alimentación, la obesidad, el consumo de tabaco y alcohol, pero también factores ambientales como la contaminación del aire.
“El desarrollo del cáncer depende de la genética y del entorno o ambiente, incluyendo nuestros hábitos de vida. Según la OMS, un tercio de todos los cánceres pueden prevenirse. No fumar, mantener un peso saludable, practicar ejercicio físico a diario, alimentarse bien y limitar el consumo de alcohol son las recomendaciones que se dan para la prevención”, asegura en el blog La Hiperactina, Sandra Ortonobes, comunicadora científica y experta en ciencias biomédicas.
Por otra parte, el tabaquismo sigue siendo uno de los factores de riesgo que más muertes por cáncer provoca cada año (el 22%), algo que quedó demostrado entre el año 1991 y el 2021, cuando las muertes por esta enfermedad en Estados Unidos disminuyeron junto con el consumo de tabaco entre los adultos jóvenes, sin embargo, este grupo ha sido más vulnerable a otros tipos de cáncer, como el colorrectal, más asociado a malos hábitos alimenticios.
“La dieta ahora está muy alta en comidas procesadas, en químicos y colorantes”, reconoce la nutricionista Ruth Pupo, quien coincide con Carolina Jellyfish, quien enlista los factores alimenticios en su podcast Ciencia Simplificada: “La falta de frutas y verduras en la dieta es un factor altísimo asociado al cáncer, además de ciertos hábitos alimenticios, como el alto consumo de azúcares refinados, grasas de orígen animal y carnes procesadas como las salchichas, el tocino y los embutidos; así como el alto consumo de carne roja”.
Tras la publicación del informe, la OMS pidió a los gobiernos que implementen medidas urgentes para garantizar la atención del cáncer, trabajar para disminuir los factores de riesgo y promover su prevención y detección temprana.
En un momento histórico donde los casos van en aumento, se vuelve necesario informar a la población sobre los cambios que deben tomar en su estilo de vida si desean reducir el riesgo de padecer esta mortal enfermedad.