Los Ángeles, 12 jul (EFEUSA).- Miles de solicitantes de asilo son objetivo de Inmigración para su deportación, y podrían ser detenidos en las próximas redadas, porque sus casos se convirtieron en «fantasmas» después que información importante de sus expedientes desapareciese por culpa del mismo Gobierno, advierten expertos.
«Con el numero de solicitantes de asilo que están llegando a la frontera la confusión en el sistema y en los procesos ha aumentado, y muchos no saben ni dónde ni cuándo presentarse a la corte de inmigración, y terminan con una orden de deportación sin saberlo», dijo a Efe el abogado de inmigración Victor Nieblas.
Los inmigrantes afectados por la confusión o ausencia de información en sus expedientes, a los que se refiere Nieblas, hacen parte de los llamados «casos fantasmas».
El problema de estos inmigrantes es tan grave que hace parte de los argumentos con los que un grupo de organizaciones pretende salvar de la deportación a solicitantes de asilo objetivos de las redadas que comienza en domingo según ratificó este viernes el presidente Donald Trump.
Entre los 2.000 inmigrantes que se anticipa que podrían ser detenidos en estos operativos, y que ya han recibido órdenes de deportación, hay solicitantes de asilo que ingresaron recientemente y no se presentaron a las audiencias en los tribunales de inmigración, reportaron funcionarios consultados por el diario The New York Times.
En la demanda contra el Gobierno Trump presentada este jueves 11, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) asegura que en los últimos dos años las prácticas de registro de inmigrantes ha sido «caótica».
La querella legal pone de ejemplo que en 2018 y 2019 oficiales de ICE emitieron a sabiendas avisos de comparecencia (NTA, por su sigla en inglés) en fechas y horas en que los tribunales de inmigración no laboraban o fechas inexistentes como el 31 de septiembre.
«Ese es el menor problema, lo más complicado es cuando no se sabe dónde hay que presentarse», subraya Nieblas.
El abogado pone de ejemplo uno de sus propios casos, en el que una madre y dos hijos menores están esperando presentar su caso de asilo frente a un juez de inmigración.
Tras dos años de espera, ni Nieblas, ni la familia habían recibido el aviso de comparecencia (NTA), pero finalmente el abogado, que tiene su oficina en Los Ángeles, descubrió que ya tenían una fecha, muy próxima, para presentarse en una corte en San Francisco, 435 millas (700 kilómetros) al norte.
«Si esto le pasa a aquellos que tienen abogados desde el inicio de su solicitud de miedo creíble, qué puede pasar con aquellos que no tienen ningún apoyo legal», resalta Nieblas.
A esta situación caótica, indica, hay que sumarle los miles de casos procesados en los últimos meses, agrega el jurista.
La demanda cita un análisis detallado de los registros judiciales en mayo pasado en el que se encontró casi 10.000 casos «fantasmas».
Merlyn Hernandez, miembro de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA), explicó a Efe que los problemas con el aviso de comparecencia (NTA) son recurrentes y que ha visto que la fecha para comparecer está en blanco.
«Cuando el inmigrante no tiene asesoría legal adecuada y ve la fecha en blanco no entiende que su proceso sigue su curso, y que pronto podría presentarse en corte», advierte Hernández, quién en el último mes recibió diez consultas sobre inmigrantes que tenían deportaciones en ausencia.
El objetivo de ACLU, el Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN), Immigrant Defenders Law Center (ImmDef), Asylum Seeker Advocacy Project (ASAP) y Public Counsel es conseguir que un tribunal del distrito de Nueva York detenga las deportaciones de los solicitantes de asilo que no han recibido una oportunidad en corte.
«El plan de la Administración Trump para arrestar y deportar a miles de familias y niños centroamericanos sin darles un día justo en la corte es ilegal e inmoral», dijo el abogado de ACLU Ahilan Arulanantham.
Hernández explicó que no todas las solicitudes para revertir una deportación en ausencia son aceptadas por los jueces de inmigración, pero que casos como los «fantasma», en los que se puede probar que el error se debió a una falla administrativa del Gobierno, tienen más opciones de ser reabiertos.
Mientras tanto, Nieblas resaltó que los solicitantes de asilo no deberían dejarse llevar por el «miedo a las redadas» y que, a pesar de las amenazas de Trump, sus casos pueden seguir adelante.