Miami, 5 ago (EFEUSA).- Grupos de activistas celebraron este lunes que las autoridades estadounidenses hayan vaciado las instalaciones del centro de detención de menores en Homestead, en el sur de Florida, pero advirtieron que el «problema no ha acabado».
En una rueda de prensa ofrecida en los exteriores del centro, ubicado unos 48 kilómetros al sur de Miami, activistas a favor de los inmigrantes calificaron de «victoria» y «como un paso adelante» que los menores que se hallaban retenidos en Homestead ya no estén allí.
«Hace más de dos meses habían más de 3.200 niños retenidos aquí en el centro de detención de Homestead y hoy no queda ninguno», dijo Mariana Martínez, del grupo We Count!, quien sin embargo señaló que su labor «no ha terminado» y que mantendrán la lucha para detener la separación de familias inmigrantes.
El pasado sábado un comunicado del Departamento de Servicios de Salud y Humanos del Gobierno informó de que todos los menores que se hallaban en este centro, que era el mayor del país para alojar a Niños Extranjeros No Acompañados (UAC), han sido reunificados con sus familias o allegados o han sido alojados en otras instalaciones estatales de tamaño menor.
Luego de que varios medios publicaran informaciones en ese sentido, Evelyn Stauffer, portavoz de HHS, confirmó en el comunicado que quedó vacío el llamado «albergue» de Homestead, que ha estado en el centro de la atención publica desde que abrió en marzo de 2018.
En la rueda de prensa de este lunes, Paula Muñoz, del grupo Florida Immigrant Coalition, señaló que cuando llegó a Estados Unidos a los 7 años de edad en calidad de asilada fue separada de su madre y criticó en ese sentido que los niños indocumentados pasen «esas emociones y traumas mientras están en estos campos de detenciones».
«No debería ser un requisito que los separen de sus familiares. Vamos a seguir peleando y organizándonos hasta que paren la separación de familias», aseveró la activista.
A su turno, María Bilbao, de United We Dream, puso de relieve que al igual que durante meses han pedido a la actual Administración del presidente Donald Trump el cierre de Homestead «y de todos estos campos», han demandado también la reunificación de familias migrantes separadas en la frontera.
El centro de Homestead, con capacidad para alojar a 3.200 menores a la vez y operado por una compañía privada, Comprehensive Health Services, propiedad de Caliburn International, fue cuestionado por organizaciones proinmigrantes y legisladores demócratas que lo visitaron en junio pasado y pidieron su cierre.
Según HHS, desde marzo de 2018 han estado allí más de 14.300 niños y adolescentes que ingresaron a Estados Unidos de manera irregular sin adultos que se ocuparan de ellos.
El pasado 30 de julio se supo por una congresista del centro de Florida, Anna Eskamani, que el Gobierno de Donald Trump estaba explorando la posibilidad de alquilar en un futuro propiedades estatales en Florida, Virginia y California como «refugio permanente» para los UAC.