¿Qué se puede decir de Vicente Fernández que no se sepa? Seguramente todo el país lo conoce y su partida causa un hondo pesar, pues con él se va el último ídolo de México; apenas nos estábamos sobreponiendo al fallecimiento de Carmen Salinas, otra figura destacadísima del espectáculo, y recibimos la pésima noticia de la muerte de Chente ayer, día de la Virgen de Guadalupe, de quien siempre se declaró devoto.
Muchos pensarán que no es el último, que hay muchos famosos pululando por aquí y por allá, pero si vemos la trayectoria musical, de éxito tras éxito logrado a través de 55 años de carrera, es algo que difícilmente otro artista en la actualidad podrá superar, y aunque las comparaciones nunca son buenas, lo cierto es que ahora hay cada personaje que se siente cantante y lo que les sobra es fama, pero no humildad y mucho menos talento.
Las grandes figuras de la música en México poco a poco, a causa de la ley natural de la vida, han ido desapareciendo, pero queda su legado y en no pocos casos son sus herederos los responsables de continuar con la herencia musical.
Pedro Infante, Javier Solís, Jorge Negrete, fallecidos en el siglo pasado, y Juan Gabriel, Armando Manzanero, Antonio Aguilar y ahora Vicente, ya forman parte de la historia de nuestro país, y algunos hijos de estos famosos se han hecho grandes gracias a la trayectoria de sus padres.
Sin querer omitir a nadie, pues no es competencia, los que actualmente figuran en la escena musical son Alejandro Fernández, Pepe Aguilar, y con muchos altibajos, Luis Miguel; de ellos los herederos de la dinastía Fernández y Aguilar pasarán la estafeta a sus propios hijos, pues por ejemplo están haciendo sus pininos en la música el hijo de Alejandro y los de Pepe, y aunque se sabe que tienen talento, sí, también tienen la palanca que significa ser los hijos de los cantantes que actualmente dominan la escena musical.
Ahora, en torno a la partida de Vicente Fernández surgirán las historias, los chismes y las polémicas, pues no faltará quien quiera ganar sus 5 minutos de fama a costa de la pérdida del ídolo, ésa es la ventaja, y desventaja, de vivir en el ojo público, pues todo se sabe.
Lo que seguirá ahora son los homenajes, y más que merecido fue el primero que se realizó ayer en su hogar, el rancho Los 3 Potrillos, pues literal, fue el último concierto de Chente y cómo no estremecerse ante el cariño de su público, quien lo acompañará hasta su morada final.
Así, con el deceso esperado a raíz del accidente que sufrió, termina una era de buena música, aunque obviamente habrá gente a la que no le guste su estilo, pero lo único cierto es que ha nacido una leyenda: Vicente Fernández.