Morelia (México) 28 feb (EFE).- El chileno Martín Rodríguez, del Morelia del fútbol mexicano, aceptó este viernes que su juego se hizo monótono cuando estuvo en el Cruz Azul mexicano, aunque agradece lo vivido en el equipo.
«En Cruz Azul hubo buenas cosas, sin embargo, comencé a sentir que mi juego se hacía monótono en medio de toda la presión por salir campeón. Es cierto que no fue la mejor versión de mí, pero para ese equipo sólo tengo palabras de agradecimiento», aseguró a EFE el volante de 25 años.
Rodríguez, de 25 años, arribó a México en el 2016 y pasó dos años con Cruz Azul, equipo del que salió por la puerta trasera y al que enfrentará este viernes en el torneo Clausura 2020 del fútbol mexicano.
Pasó a los Pumas UNAM en el 2018 y aunque comenzó a tener movilidad en el campo y encontró los circuitos adecuados para explotar su potencial, el epílogo tampoco fue placentero, incluso más sufrido al compararlo con su salida de Cruz Azul.
Con los Pumas en el torneo de Apertura 2019, bajo el mando del español Michel, Martín Rodríguez apenas vio la luz en tres partidos, todos ellos entrando de relevo.
«Fue brusco para mí, porque nunca me había tocado ser borrado de un equipo. Dejó de existir comunicación y aunque me entrenaba ya no era tomado en cuenta. Eso repercutió con mi familia que sufrió igual el maltrato, aunque la fuerza la encontré en mi esposa que me aconsejaba mostrar buen rostro todo el tiempo», aseveró.
Según cuenta Rodríguez, integrante de la selección de su país en la Copa Confederaciones del 2017, llegar a Morelia fue balsámico para su trayectoria pues la influencia del técnico argentino Pablo Guede, fue fundamental para decidir continuar en México y dejar de lado ofertas del fútbol chileno.
«Guede me brindó esta oportunidad y quiero demostrar en la cancha mis capacidades. Creo que él siempre quiere ser mejor y nos lo demuestra a todos, nos da otro aire para crecer como futbolistas. La verdad es que esta etapa de Morelia es linda porque he hallado un grupo de lo mejor», agregó.
Entristecido en diciembre, Rodríguez vivía en la zozobra hasta que una llamada telefónica de Pablo Guede puso norte en su camino. Lo considera un técnico brillante y en su gestión deportiva ha podido aparecer en los siete partidos del Clausura.
«Estaba transferible en Pumas, pensaba qué hacer con mi vida y cuando me llamó Guede no lo dudé, le respondí que me iba con él a donde fuera, sobre todo porque me gusta su estilo ofensivo y siento que me acoplo a su esquema, sólo me faltaba ritmo y con él me adapto al juego», concluyó.