Pekín.- China reiteró su intención de tomar represalias contra Estados Unidos por la Ley de la Autonomía de Hong Kong -firmada el martes por el presidente estadounidense, Donald Trump-, aunque evitó detallar cuáles serían en este periodo en que la tensión entre ambas potencias conoce nuevas cotas.
En una inusualmente repleta rueda de prensa, la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, se limitó a repetir ante los periodistas el comunicado que su propio departamento había publicado horas antes y en el que asevera que «China dará la respuesta adecuada e impondrá sanciones al personal y las autoridades estadounidenses competentes» por esa nueva ley.
En el texto, Pekín insta a EE.UU. «a que corrija sus errores, se abstenga de poner en marcha la llamada ‘Ley de la Autonomía de Hong Kong’ y deje de interferir en los asuntos internos de China, incluidos los de Hong Kong».
Esta nueva legislación de Trump es una respuesta a la polémica nueva Ley de Seguridad impuesta el mes pasado por China en Hong Kong que busca, a ojos de las autoridades chinas, salvaguardar la soberanía y la integridad territorial, y estipula hasta cadena perpetua para ciertos supuestos como secesión o subversión.
Por su parte, la Ley de la Autonomía de Hong Kong servirá para igualar en el trato a Hong Kong, que gozaba de estatus preferente propicio para los negocios, con el dispensado a la China continental.
«Si Estados Unidos continúa por el camino equivocado -agrega el comunicado de Exteriores-, no hay duda de que China responderá».
Frente a la expectación de la sala por una posible respuesta a Washington o a Londres (que este martes excluyó a la tecnológica china Huawei del desarrollo de las redes de 5G en el Reino Unido), la vocera de la cancillería se limitó a seguir el guión habitual: responder sin concreción, despejar balones y aprovechar cualquier excusa para ensañarse contra su supervillano preferido, EE.UU.
El proceder de las autoridades chinas en estos casos suele ser, primero, adelantar que habrá represalias y, pasado un tiempo, concretarlas.
REPRESALIAS INCONCRETAS CONTRA LONDRES
Así pues, tampoco se detallaron las medidas contra el Reino Unido por su exclusión a Huawei del desarrollo de las redes británicas de 5G.
Esta medida, opinó Hua, la tomó Londres «sin prueba alguna y bajo el pretexto de riesgos que no existen en absoluto», una actitud que «oprime y discrimina a las empresas chinas en una violación de la economía de mercado y el libre comercio».
Sin embargo, Hua evitó referirse a la inexistencia de libre competencia en el mercado chino, donde las empresas extranjeras se enfrentan en un entorno desigual con las locales, muchas de las cuales son estatales o reciben sustanciales aportaciones del erario público.
La decisión británica ha «minado gravemente los intereses de las empresas chinas y la confianza entre China y el Reino Unido».
Para la portavoz china, este caso «no es sobre una empresa o un sector: esto significa que el Reino Unido politiza a toda costa asuntos tecnológicos. Significa que China se enfrenta a una gran amenaza para la seguridad de sus inversiones».
«China tomará toda las medidas necesarias para salvaguardar los derechos e intereses legítimos de nuestras empresas», apuntó Hua, quien pidió al resto de países que consideraran su posición al respecto de Huawei, una compañía en el punto de mira de Estados Unidos.
En este sentido, Hua preguntó si el resto de países también quieren ser «peones» de Washington, con el que Pekín mantiene una guerra fría con vertientes comerciales, tecnológicas y hegemónicas.
Preguntada por un periodista británico sobre posibles represalias contra países que tomaran decisiones similares, la portavoz defendió «la cooperación mutuamente beneficiosa» y terminó por dirigirse al reportero pidiéndole que le dijera al Gobierno británico que «es una minoría y que están en el lado contrario del de todo el mundo».
«NO TEMEMOS A LAS SANCIONES»
El Mar de la China Meridional, donde la potencia asiática parece coleccionar disputas con sus vecinos del sur, también tuvo un hueco en la rueda de prensa, más larga de lo acostumbrado.
El pasado lunes, Estados Unidos declaró formalmente «ilegales» prácticamente todos los reclamos chinos de soberanía en ese espacio estratégico clave para el comercio internacional y rico en recursos naturales, que también reivindican parcialmente Brunei, Filipinas, Malasia y Vietnam.
Asimismo, EE.UU. denunció una campaña de intimidación por parte de Pekín para ampliar sus dominios en la región.
«Estados Unidos amenaza con sancionarnos. Habla a menudo de sanciones y amenazas, y es muy patético», indicó la portavoz.
«Pero no nos dan miedo las sanciones. Así que si EE.UU. quiere empezar el problema -aseveró Hua al cierre de la rueda de prensa-, que la tormenta se propague con toda su fuerza».